La gran empresa concentra el 80% de todo el nuevo empleo en Galicia

La Seguridad Social acaba de batir su récord diario de afiliaciones. Sucedió el pasado martes. Ese 15 de abril, en plena Semana Santa, había 21,6 millones de personas de alta en el sistema. «Un éxito de país», subrayó la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que no sería posible sin el relevante papel que están desempeñado los migrantes en el mercado laboral español. El colectivo también marca máximos: 2.919.537 cotizantes, prácticamente el 14% del total. Algo «especialmente relevante» en un país que afronta, como recordó la ministra, «un importante reto de envejecimiento poblacional» y la falta de relevo generacional en muchas actividades.

El invierno demográfico es una de las razones de que Galicia se mantenga todavía por debajo del techo histórico de afiliaciones alcanzado durante la etapa previa al estallido de la burbuja inmobiliaria. En marzo se quedó cerca de superarlo. La media de ocupados se situó en 1.079.396, solo 70 menos que en marzo de 2008. La comunidad encadena 48 meses consecutivos al alza en el número de cotizantes, muy por encima ya de los niveles prepandemia. A lo largo de 2024 ganó unos 17.300 nuevos trabajadores. La debilidad de los autónomos —que sufrieron otra sangría de casi 800 afiliaciones— contrasta con el intenso avance en el régimen general. Empujados por la sanidad, servicios sociales, industria manufacturera, comercio y hostelería, los puestos de asalariados aumentaron en más de 19.000.

Otro de los rasgos distintivos del mercado laboral autonómico durante el pasado ejercicio viene del tamaño de las empresas. Aunque el tejido productivo está regado de negocios por cuenta propia, medianas y, sobre todo, pequeñas empresas, las grandes son ahora mismo las que tiran del empleo en Galicia. Hay 121 de 500 trabajadores en adelante. Representan únicamente el 0,1% de los centros de cotización, pero acapararon el 80% del empleo creado en la comunidad en 2024. Sumaron alrededor de 15.100 nuevos efectivos, un alza cercana al 11%, según la radiografía de la ocupación por provincias que acaba de publicar el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe).

Las afiliaciones en las firmas de 1 a 5 trabajadores —la inmensa mayoría, el 74% de todos los centros de cotización de Galicia— mermaron el 1,2%, en 1.574 personas. En las de 6 a 25 empleados crecieron el 2,1% (unos 3.900 más); el 1,9% en las de 26 a 50 (1.700); y el 4,9% en las de 51 a 100 asalariados (4.000 nuevos). Las de 101 a 500 aguantaron en cifras similares a las de 2023.

Las compañías que se mueven entre los 6 y los 25 trabajadores figuran a la cabeza en volumen total de afiliaciones a la seguridad social. Reúnen 193.300, cerca de una de cada cuatro altas en el régimen general. Les siguen las de 101 a 500 trabajadores (164.000) y, a continuación, están las que superan el medio millar: 155.000.

La panorámica varía en función de la provincia. En Pontevedra, las de mayor tamaño son las que más afiliados acumulan. El empleo en las firmas que saltan el umbral de los 500 trabajadores se expandió el 6,9%, hasta los 54.700. Son 42 empresas, un 10,5% más que el año anterior. Las de 6 a 25 dominan las cotizaciones a la Seguridad Social en Ourense, con unos 21.500 ocupados, aunque también aquí las de más de 500 encabezan el crecimiento en número de sociedades activas (12, tras un ascenso del 20%) y en volumen de altas laborales (14,5%, hasta rozar las 12.300).

Las de 101 a 500 personas en plantilla aglutinan en A Coruña el mayor número de trabajadores: 83.230. El incremento de afiliaciones por tamaño de empresas es mucho más homogéneo que en el resto de Galicia, pero se repite la tendencia de la subida pronunciada en las de más de 500 empleados. Son 57 (incremento del 7,6%) y engloban a 75.600 cotizantes (5,8% más que en 2023).

El perfil de Lugo guarda muchas similitudes con Ourense. Dominan los centros de cotización de 6 a 25 trabajadores con 23.300 en total. Luego están los de 1 a 5 (17.100); los de 101 a 500 (15.600); y después las compañías por encima de las 500 nóminas (12.500).

El balance del Sepe arroja igualmente algunas diferencias territoriales en el ranking de las ocupaciones con más contratos. El 29% de los firmados en 2024 en Pontevedra fueron para trabajadores de la restauración, protección personal y ventas. Ese gran grupo ocupacional llega al 33% de los contratos en A Coruña; el 34% en Ourense; y el 28% en Lugo.

En puestos concretos, en Pontevedra prevalecen los camareros, tanto en hombres (16.729 contratos) como en mujeres (19.643). En el caso de los mayores de 45 años, aparecen los puestos de peones de industrias manufactureras. En la provincia de A Coruña se repite la intensa contratación de camareros, pero en los mayores de 45 años destaca el personal de limpieza. Lo mismo sucede en Ourense. En Lugo, en cambio, la hostelería encabeza la contratación en todas las franjas de edad.

La tasa de estabilidad se mantiene alrededor del 30% gracias a la reforma laboral

La reforma laboral pactada por el Ministerio de Trabajo, los sindicatos CC OO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme cambió el paradigma de la contratación en España, convirtiendo el indefinido en el modelo por antonomasia y restringiendo las condiciones para los temporales. Entró en vigor el 1 de enero de 2022 con un periodo de adaptación de tres meses. Los efectos fueron instantáneos. Los contratos indefinidos en Galicia se triplicaron ese mismo año. Desde entonces, la llamada tasa de estabilidad —la proporción de nuevos indefinidos sobre el total de contratos firmados en un ejercicio— se mantiene en el 30%. En Pontevedra, se situó en el 29,3% en 2024, según el informe del Sepe. Entre géneros no hay diferencia, pero sí por edades. La mayor tasa de estabilidad se da entre los menores de 30 años (30,5%). De lejos, alcanza su pico en la provincia en la construcción: casi un 71% de contratos fijos. La tasa de estabilidad en Ourense alcanza el 33,7%. En los contratos a personas de entre 30 y 45 años rozó el 33%. La construcción repite en cabeza con el 70%. En la provincia de A Coruña ronda el 32% (33,7% en la horquilla de los 30 a los 45 años y el 69% en la construcción); y Lugo tiene el valor más alto, por encima del 36% (78% en el sector del ladrillo).

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