Atitlan entra en la eólica gallega con el segundo parque que da beneficios sociales a los concellos

Atitlan celebra su vigésimo aniversario en este 2025, consolidada como una de las sociedades de inversión españolas más activas. Entre sus últimos movimientos destaca la alianza con el Santander en activos agrícolas. Juntos han creado el fondo de capital riesgo Atgro, que acumula 300 millones de euros con el objetivo de llegar a los 500 millones a lo largo del tercer trimestre para engordar la cartera. En estos momentos dispone de 3.200 hectáreas en diferentes fases de producción para el cultivo de pistacho en la Península Ibérica; y la propiedad de Ecosac, el segundo mayor exportador de uva de mesa sin pepita de Perú. «Nuestra misión es impulsar proyectos empresariales de crecimiento con modelos de negocio probados que generen valor a largo plazo y de forma responsable», sostiene la firma valenciana fundada por Roberto Centeno —yerno de Juan Roig, el presidente de Mercadona— y Aritza Rodero, con proyectos muy diversificados que van desde el sector primario, a la logística, pasando por la construcción de pistas de pádel y la energía.

A través de Helioceratops Invest, una filial de su división de renovables (Atitlan Helios), lidera el segundo proyecto que se presenta en Galicia siguiendo la ley autonómica de promoción de los beneficios sociales y económicos por el uso de recursos naturales para la producción de electricidad y otras actividades industriales. Es un parque eólico bautizado como As Fenteiras. Ubicado en los concellos pontevedreses de A Cañiza y Covelo, suma una potencia de 62,79 megavatios (MW) repartida en 15 aerogeneradores. El presupuesto asciende a 63 millones de euros. Se está tramitando en el Ministerio para la Transición Ecológica porque los complejos de más de 50 MW son competencia estatal.

El objetivo «en la implementación de un esquema de valoración y compensación por servicios ecosistémicos en el emplazamiento» donde se desarrollará «es contribuir a aumentar la resiliencia del propio medio rural», señala la promotora en el estudio de impacto ambiental sometido a participación pública. «Pero también la de la sociedad en su conjunto —añade—, ya que serán elementos de dinamización social, no solo por el empleo directo, sino por las compensaciones que se establezcan de los trabajos que tienen que hacerse en su protección, mantenimiento y mejora».

Tanto los argumentos, como las medidas incluidas son prácticamente un calco del proyecto de Maracaibo Solar (perteneciente al grupo manchego ID Energy) para levantar el parque eólico Satrebares de 125 MW y 175 millones de euros de inversión en los ayuntamientos de Guitiriz, Monfero, Aranga, Oza-Cesuras y Mabegondo. Comparten consultora: Lidera Sport Consulting, «especializada en la implementación de medidas socioeconómicas en municipios implicados en la instalación de parques eólicos».

Como admitió también Maracaibo Solar en el suyo, Helioceratops Invest reconoce en el proyecto del parque As Fenteiras que el empuje de las renovables en Galicia «resulta muchas veces complicado debido a la desconfianza de la población y autoridades respecto a la forma de desarrollar este tipo de proyectos». Se presenta como una empresa «respetuosa con el medio ambiente y la sociedad» que «ha orientado el desarrollo de su proyecto para que su ejecución minimice los impactos que se puedan generar, contemplando desde la etapa de planificación y tramitación de permisos la implementación de iniciativas sociales orientadas a impulsar el desarrollo del entorno rural» para «crear empleo, riqueza y bienestar social».

La promotora asegura que ha venido trabajando durante 2023 en un convenio de colaboración presentado ya a los concellos del área de influencia directa del parque. En él se contempla un Proyecto de Responsabilidad Social Local financiado a cargo del 2,5% del beneficio anual del proyecto en los 30 años de vida útil prevista para el complejo de aerogeneradores.

A Cañiza y O Covelo son, según la consultora encargada del análisis, dos localidades «envejecidas» que «viven principalmente de la ganadería y la agricultura». Las iniciativas planteadas son de asistencia social, impulso de comunidades energéticas, inversión en infraestructuras (vías públicas, conectividad, gasto energético y vigilancia) y asistencia frente a incendios. «Este desglose de iniciativas a implementar en cada ayuntamiento, o las alternativas a las mismas que puedan provenir de propuestas realizadas por estos, será trabajado y consensuado con los alcaldes, representantes de comunidades de montes y demás personas u organismos existentes en cada término municipal una vez que el proyecto obtenga la autorización administrativa de construcción», señala.