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El dueño de Sargadelos requiere a Besteiro que salga de su propiedad

El incidente no fue a más al avanzar un paso el líder socialista y su comitiva

García, derecha, pide a Besteiro que salga de su propiedad. |  ECG

García, derecha, pide a Besteiro que salga de su propiedad. | ECG

El propietario de Sargadelos, Segismundo García, interrumpió ayer unas declaraciones que hacía a la prensa el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, a las puertas de la fábrica de Cervo (Lugo) para pedirle si «podía situarse fuera del terreno de la propiedad» de la compañía.

Besteiro se refería en ese momento al acuerdo alcanzado por la Xunta con García para poner fin a la situación que mantuvo a la plantilla de producción justo en ese lugar, fuera de la factoría, en medio del pulso que el dueño mantiene con la Inspección de Trabajo, que tiene abierto un expediente laboral a Sargadelos por deficiencias en materia de seguridad que conllevaron que dos trabajadoras desarrollaran silicosis. Entre tanto, el propietario ya amenazó en dos ocasiones con cerrar las instalaciones.

Estaba realizando una valoración del conflicto Besteiro cuando entró en escena Segismundo García, dando muestra de su singular carácter. «Buenos días, ¿podría situarse fuera del terreno? Digo si podría situarse fuera del terreno de la propiedad», le espetó el dueño de Sargadelos. «Ponga un marco y diga propiedad privada», le respondió el líder socialista. En ese momento, García insistió en que saliese «fuera de la propiedad» y Besteiro, junto a sus acompañantes, dio un paso hacia adelante, preguntando si «aquí» están «bien». «Ahí están muy bien», resolvió el dueño de la empresa mientras se marchó dándole las gracias.

En sus declaraciones, Besteiro exigió garantías para el empleo en Sargadelos e incidió en que el Gobierno gallego tiene competencias en industria, patrimonio cultural y salud laboral y le instó a actuar «con coherencia y con sentido». Unas palabras que tuvieron respuesta desde la Conselleria de Emprego, dejando claro que la Xunta «es perfectamente consciente de sus competencias» y considerando que la visita del socialista a la fábrica «solo buscó una fotografía para justificar la agenda del día».

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