EiDF sale de la situación de quiebra técnica

El grupo logra 4 millones de ebitda positivo a pesar de la merma del negocio y 48 millones de pérdidas

Julio Pérez

A Coruña

EiDF presenta este 2025 como «un auténtico reto». La compañía intenta dejar atrás los tiempos convulsos. El pasado año afrontó «una situación de estrés», como reconoce en sus cuentas, por la «profunda reestructuración interna» que se saldó con la salida de Fernando Romero. «El negocio comienza a reorientarse a proyectos de valor, que permiten al grupo obtener un ebitda positivo con una menor cifra de negocios», resalta el nuevo equipo liderado por Eduard Romeu en la presidencia y Joan Gelonch de consejero delegado.

La facturación de EiDF mermó un 27%, hasta los 138,8 millones de euros. Aún así, el ebitda superó los 4 millones. La compañía cerró el ejercicio con 48,8 millones de pérdidas, un 8% más que en 2023 (45,2 millones), «cifra consecuencia del impacto de operaciones extraordinarias realizadas» para el saneamiento del balance.

«El resultado consolidado del ejercicio, si bien negativo, no debe opacar que estamos tomando las decisiones estratégicas y operativas correctas», valora Joan Gelonch. «Hemos llevado a cabo profundos cambios para garantizar la viabilidad del grupo —añade— y encauzarlo hacia una senda de solidez y crecimiento».

Las cuentas de 2024, presentadas esta vez a tiempo, traen la reformulación de los números también del año anterior para «mostrar la imagen fiel» de la matriz y todas sus filiales. «Esto implica aflorar más de 38 millones de pérdidas», reconoce EiDF. En paralelo hay un buen hachazo a la deuda financiera, que se reduce un 54% (hasta un saldo de 55,6 millones); el fortalecimiento del fondo de maniobra consolidado (pasa de 3,7 a 4,7 millones); y una inyección de más de 33 millones al patrimonio neto, que sale de los números rojos de 2023 (-10,9 millones) y aleja la sombra de la quiebra técnica.

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