El coche eléctrico obliga a introducir más seguridad en garajes de edificios

Los administradores de fincas recuerdan la obligación de los ‘parkings’ comunitarios de más de 20 plazas de instalar ventilación y sensores contra el fuego | Muchos siguen sin adaptarse

Martín G. Piñeiro

Santiago

El incendio provocado en un garaje de Alcorcón a principios de abril y que le costó la vida a dos bomberos ha reavivado el debate sobre la seguridad de los coches eléctricos. Aunque finalmente se comprobó que el turismo causante de la tragedia era híbrido, los profesionales de extinción pusieron el grito en el cielo y demandaron medidas para cualquier automóvil que incorpore baterías de litio, como aparcar aislados o mejorar la ventilación. Unas demandas que en teoría ya recogen algunas normativas, pero que en la práctica no siempre están al día.

Es lo que ocurre en Galicia con los garajes comunitarios de edificios con más de 20 plazas, que cuentan con una reglamentación específica desde 2023 pero que van lentos en su adaptación, según los administradores de fincas gallegos (Coafga). Estos profesionales alertan de que «la mayoría de los garajes comunitarios en Galicia necesitan adaptarse a la nueva normativa», de obligado cumplimiento si hay más de 20 plazas.

«Impone medidas estrictas de ventilación y seguridad, con el objetivo de prevenir incendios y garantizar el uso seguro de las instalaciones», indican en un comunicado. Uno de los aspectos clave es la obligatoriedad de instalar sistemas de ventilación forzada y sensores, además de una revisión técnica del estado del garaje.

Los propietarios de vehículos eléctricos deben comunicarse con la comunidad de vecinos y el administrador y solo podrán instalar un punto de recarga si lo hace un instalador autorizado, conforme a la ley vigente.

La normativa incorpora disposiciones específicas como la instalación segura de puntos de recarga, una evaluación previa de la infraestructura del garaje, asignación de plazas si procede y el establecimiento de medidas de eficiencia energética y reparto de costes del consumo.

La ley también obliga a mantener señalización adecuada, iluminación suficiente y protocolos claros ante situaciones de emergencia. Además, establece responsabilidades individuales en el mantenimiento del orden, limpieza y seguridad del espacio común.

Desde el Coafga, que agrupa a más de 500 administradores de fincas gallegos, advierten de que «existe un amplio desconocimiento» tanto en las comunidades de vecinos como en muchas empresas sobre los requisitos actuales.

También recuerdan que no existen ayudas públicas ni subvenciones que faciliten la inversión necesaria para adaptar los garajes, lo que ralentiza el proceso de modernización de estas instalaciones.

Mientras a nivel particular la presencia de coches eléctricos en los garajes no parece levantar muchas ampollas, en los parkings públicos de pago hay más tensión. En países con un alto porcentaje de su parque móvil electrificado, como China, proliferan los aparcamientos que directamente prohiben el acceso a coches con baterías de litio.

En el caso de España, la fiebre antieléctrico también cala poco a poco y, recientemente, un parking de Madrid ha colgado un cartel que veta el acceso a coches eléctricos.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents