El coche a gasolina escala a los 25.000 euros tras doblar su precio en 10 años

Su coste medra pese a la moderación de los de gasóleo o los de combustión alternativa | Las emisiones de CO2 caen: más de la mitad de los vehículos no paga tasa de matriculación

Varios coches aparcados.

Varios coches aparcados.

Lara Graña

A Coruña

En el periodo comprendido entre mayo de 2015 y mayo 2025 la economía española registró una inflación acumulada del 25,3%, ligeramente por debajo de la tasa gallega (26,5%), de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE). Son valores anormalmente elevados: la invasión de Ucrania actuó de acicate y como levadura, con tasas que forzaron una acción en cadena de los bancos centrales —además de programas públicos de incentivos fiscales— para frenar la escalada de los precios. No obstante, estos porcentajes son irrisorios en comparación con la escalada del valor de los vehículos nuevos, especialmente los que utilizan gasolina. Si hace diez años estos modelos promediaron los 13.034 euros por unidad —son cifras proporcionadas por la Agencia Tributaria—, el pasado mes de mayo el precio medio ascendió en Galicia a los 24.912 euros. Esto es, un incremento superior al 91%, una muestra de la hiperinflación que ha explotado en este mercado. Los coches a gasolina se encarecieron en una década no solo cuatro veces el IPC: lo hicieron casi cinco veces la vivienda o el doble que la cesta de la compra.

Evolución del precio del automóvil

Evolución del precio del automóvil / Simón Espinosa

Subida

Los vehículos nuevos a gasolina son los únicos que, de media, se han encarecido de forma significativa en el último año. Lo hicieron en casi un 3,5% en el acumulado hasta mayo, con 346 euros por coche. Por contra, los diésel se abarataron en 670 euros; los clasificados bajo el apéndice de otros —incluye eléctricos, híbridos eléctricos o con combustión— promediaron también hasta mayo los 24.270 euros, equivalentes a una revalorización del 1,6%. Ahora bien, la mayor penetración de modelos con emisiones de CO2 por kilómetro inferiores a los 120 gramos han reducido la recaudación del Estado por el impuesto de matriculación, incluso pese a la mayor severidad de la normativa de control en vigor (la WLTP o Worldwide Harmonized Light-Duty Vehicles Test Procedure). Las emisiones medias en los cinco primeros meses del año se quedaron en los 111 gramos CO2/km, frente a los 120 gramos de 2024. Es a partir de esos 120 gramos que es obligatorio abonar este impuesto.

Este es el motivo por el que en el mes de mayo el gravamen abonado de media en Galicia por matriculación de vehículos fue de 652 euros, lejos de los 831 euros de hace un año. Y, así, la recaudación total hasta la fecha roza los 9,7 millones de euros para el erario público, por los más de 10,36 que había ingresado a estas alturas del pasado ejercicio. La tendencia hacia la matriculación de modelos más eficientes y sostenibles —no extendida todavía a los coches 100% eléctricos, que padecen de una falta de incentivos y de infraestructura de carga— hace que más de la mitad de los nuevos vehículos (54% del total) no tengan que pagar impuesto de matriculación.

¿Han experimentado los distintos tipos de propulsión las subidas de precio de los coches a gasolina? De ningún modo. Si tomamos como referencia el mismo punto de partida, el de 2015, los diésel se pagan ahora casi un 14% más caros —han pasado de 17.627 euros a 20.059 euros—. Los otros hicieron lo propio en algo más de cinco puntos, también de acuerdo a la estadística oficial de la Agencia Tributaria.

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