Doce países de la Unión Europea piden acabar con el plagio vegano al pescado
Anfaco y su alianza logran que España, Francia o Italia urjan «una protección similar a la de la leche» para sus denominaciones y que así las copias ‘plant-based’ no induzcan a engaño
Jorge Garnelo
Empezó copiando al salmón y ha sido un no parar. Ahora lo vende incluso al estilo Pink pepper & lemon, Asian fusion y BBQ. Ha imitado también al pulpo o a las gambas, y uno de sus últimos lanzamientos ha sido un filete fake que dice inspirarse en el bacalao negro. La startup austríaca Revo Foods, que inauguró hace casi un año la mayor instalación de impresión 3D de alimentos del mundo, basa su estrategia de marketing en hacer sus procesados veganos lo más parecidos que puede a los pescados y mariscos. Calcando su forma, color… Hasta llegando ya a los ahumados y, por supuesto, incluyendo los nombres de las especies que emulan, de las que no llevan ni un solo gramo, en sus referencias. Un modus operandi que va más allá de esta empresa y lleva denunciando el sector pesquero desde hace más de un año con campañas como #CadaCosaPorSuNombre, impulsada por Anfaco-Cecopesca en alianza con las asociaciones cárnicas Cedecarne, Avianza y Anice. Una ofensiva que no pone en tela de juicio la innovación alimentaria ni la diversidad de gustos o dietas, pero que busca poner fin a todas las prácticas que inducen a error al consumidor ejerciendo una competencia que consideran desleal.
Y la lucha ha dado sus frutos, después de la presión conjunta ejercida para impulsar una nueva normativa que garantice en los lineales un etiquetado correcto, con información veraz y que no dé pie a confusiones ni venda algo que no representa. Doce países europeos acaban de presentar una moción para debatir esta cuestión en el Consejo Agrifish de la UE de los próximos 23 y 24 de junio, con el objetivo de que la Comisión presente «una propuesta legislativa para proteger las denominaciones de los alimentos de origen animal». Así lo han reclamado Chequia, Austria, Francia, Hungría, Irlanda, Italia, Eslovaquia Luxemburgo, Malta, Portugal, Rumanía y España, que piden «una protección duradera similar a la de la leche y los productos lácteos», que se vieron respaldados ante sus competidores vegetales que hacían uso de la palabra leche cuando en todo caso son bebidas de avena, almendra o coco, entre otros ejemplos. Fue una batalla que el campo y la industria ganaron en 2013, año en el que se legisló en el bloque, y que el alto tribunal refrendó en 2017.
«Los productos puramente vegetales no pueden comercializarse con denominaciones tales como leche, nata, mantequilla, queso o yogur, reservadas por el Derecho de la Unión Europea a los productos de origen animal», decretó el TJUE entonces. Los doce Estados miembros que ahora han unido fuerzas para proteger «la carne, los huevos, la miel, el pescado y determinados productos elaborados con ellos» aseguran que extender el blindaje jurídico de la leche a estos alimentos contribuiría a poner fin a esta situación.
La gama plant-based difiere de los alimentos de origen animal, «especialmente en cuanto a composición y valor nutricional». «Por lo tanto, es fundamental que los alimentos que imitan, emulan o sustituyen alimentos de origen animal no induzcan a error al consumidor en su etiquetado sobre su verdadera naturaleza», aseguran los países.
Suscríbete para seguir leyendo
- Monte Martelo, el barrio naciente en A Coruña
- A Coruña despide una tienda histórica: «Yo no era manitas, lo eran mis clientes»
- Nuevo párroco para la Colegiata
- Multas de hasta 3.000 euros por acceder con coches, altavoces o cuchillos al área de descanso del Festival de Ortigueira
- El padre de Samuel Luiz: «No quiero que nadie se beneficie con lo que ocurrió con mi hijo»
- Javier Rey presume del pueblo coruñés en el que se crió: una villa medieval a orillas del mar
- El Sporting presentará una oferta por Pablo Vázquez, que hará un esfuerzo para jugar en El Molinón
- Mfulu, atento al mercado extranjero