Altia se marca como objetivo crecer un 29% en 2026 y facturar 330 millones
La tecnológica coruñesa prevé elevar un 57% su beneficio neto en dos años | Reorganiza su actividad en España en torno a cuatro polos: Madrid, Cataluña, Galicia y la Zona Norte

Constantino Fernández, presidente de Altia. / L. O.

Ignacio Cabanas, director Económico-Financiero de la firma coruñesa Altia, lo resume sin rodeos: “El plan de negocio presentado para 2025 y 2026 refleja nuestra ambición por consolidar una senda de crecimiento sostenible y rentable, en un entorno en el que la tecnología sigue siendo un motor clave de transformación”. Y las cifras que maneja la tecnológica respaldan ese objetivo: la compañía prevé alcanzar una facturación de 330,1 millones de euros al cierre de 2026, lo que supondría un crecimiento del 29% respecto al año pasado.
Altia, que cotiza en BME Growth y tiene su sede en A Coruña, ha presentado este jueves su nuevo plan de negocio bianual con unas previsiones de crecimiento destacadas en ingresos, beneficios y generación de caja. En concreto, la empresa estima que su beneficio neto aumentará un 57% en ese periodo, hasta alcanzar los 24,2 millones de euros, mientras que el EBITDA se elevará un 44%, hasta rozar los 36 millones.
El plan se apoya en el crecimiento orgánico del negocio y en la integración de adquisiciones recientes, entre ellas la consultora tecnológica IN2 y varias divisiones del grupo Verne especializadas en inteligencia artificial y formación. Estas incorporaciones, destaca Altia, consolidan su posicionamiento en áreas de “alto potencial”, como la IA, la analítica avanzada o la capacitación de profesionales digitales.
Reorganización en España
A nivel operativo, la compañía reorganizará su actividad en España en torno a cuatro grandes polos: Madrid, Cataluña, Galicia y la Zona Norte. Este rediseño geográfico busca mejorar la eficiencia operativa y comercial. El crecimiento previsto estará además impulsado por contratos firmados con instituciones europeas como la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), la Oficina Europea de Patentes (EPO) o la Agencia de Seguridad Aérea de la UE (EASA).
Según las estimaciones de Altia, la facturación crecerá desde los 255,7 millones de euros registrados en 2024 hasta los 300 millones en 2025, y los 330 millones en 2026. La estructura de ingresos por líneas de negocio se mantendrá estable, con el outsourcing (realización de servicios externos), el desarrollo de aplicaciones y los servicios gestionados como principales motores, seguidos de la consultoría y las soluciones propias.
En cuanto a su expansión internacional, la empresa espera que los ingresos procedentes del resto de Europa pasen del 21% actual al 25%, mientras que la cuota del mercado español se reducirá ligeramente, del 56% al 53%.
Generación de caja
Una de las claves del plan es la mejora de los márgenes y la generación de caja. Pese al incremento previsto del gasto de personal, vinculado al crecimiento de plantilla, la compañía prevé que los gastos de explotación aumenten por debajo del ritmo de los ingresos gracias a la implementación de medidas de productividad y control del gasto.
En términos financieros, se espera que la deuda neta se reduzca en 24,5 millones de euros, lo que situaría el endeudamiento financiero en apenas un 8% de los fondos propios, frente al 30,3% con que se cerró 2024. De cumplirse las previsiones, Altia cerraría 2026 con una posición de caja neta positiva de 35,6 millones de euros.
Además de los objetivos financieros, Altia destaca el refuerzo de dos ejes estratégicos: la sostenibilidad y el talento. La compañía ha implantado un modelo ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) transversal que orienta toda su operativa hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Pacto Mundial de Naciones Unidas.
Este enfoque se traduce en medidas de gobernanza, ética corporativa, adaptación normativa y mitigación de riesgos emergentes. “Altia entiende que su contribución va más allá de los resultados económicos y se concreta también en su capacidad para generar valor social y ambiental”, señala la empresa.
41 nacionalidades
En cuanto al capital humano, Altia cerró 2024 con más de 3.800 empleados de 41 nacionalidades y una tasa de contratos indefinidos superior al 98%. La atracción y retención de talento seguirá siendo una prioridad, según explica la empresa, para ejecutar el nuevo plan, especialmente en perfiles especializados en inteligencia artificial, ciberseguridad, cloud y desarrollo de software, donde la demanda es creciente.
“El nuevo plan confirma la capacidad de Altia para seguir creciendo con solidez, alcanzando una facturación de más de 330 millones de euros y elevando el beneficio neto en más de un 57% en apenas dos años”, subraya Ignacio Cabanas. “Estas cifras son el resultado de una política de inversión prudente, una gestión eficiente del negocio y una clara apuesta por el talento y la tecnología de alto impacto”, finaliza.
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