El BBVA se inclina por seguir con la OPA al Sabadell si la apoyan los grandes accionistas

El banco no ha decidido aún y contempla desistir si no tiene el respaldo de los principales inversores de ambos bancos

Archivo - Fachada de la sede de BBVA, en Madrid (España)

Archivo - Fachada de la sede de BBVA, en Madrid (España) / Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Pablo Allendesalazar

Santander

El BBVA se inclina por seguir adelante con su oferta de compra (opa) sobre el Sabadell, pero todavía no ha tomado una decisión al respecto porque está tanteando a los grandes inversores de ambos bancos para ver si cuenta con su apoyo, según ha adelantado Bloomberg y ha podido confirmar este diario. La opción de desistir, por lo tanto, sigue sobre la mesa, como también la de llevar ante la justicia la decisión del Gobierno de que, caso de que la opa triunfe, las dos entidades no pudieran fusionarse hasta dentro de al menos tres años, ampliables en otros dos. La entidad, cuyo consejo de administración se reunió el miércoles para comenzar a analizar las distintas opciones, ha declinado hacer comentarios.

«Estamos en el análisis y la evaluación de las distintas alternativas», aseguró el mismo miércoles el responsable del negocio del BBVA en España, Peio Belausteguigoitia, durante su intervención en un curso organizado por la Asociación de Periodista de Información Económica (APIE). El banquero recordó que los administradores y los gestores de la entidad tienen el «deber de estudiar todas las alternativas y posibilidades dentro de su análisis» porque tienen el «deber fiduciario» de proteger los intereses de sus accionistas. Todas las opciones, apuntó, están sobre la mesa: mantener la oferta, retirarla, y llevar la decisión del Ejecutivo a la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo.

Los periodistas Juan Carlos Lozano y Pablo Allendesalazar analizan la última hora de la OPA de BBVA al Sabadell

PI STUDIO

El ejecutivo, con todo, defendió que la operación sigue teniendo sentido, con un argumento similar al que sostenía el banco antes de la decisión del Gobierno: «El racional de la operación es impecable. Es un racional de crecimiento. La operación es buena para España, Catalunya y los clientes». En la misma línea, sostuvo que «es importante pensar que este tipo de operaciones van a ocurrir en los próximos años en el sector financiero y otros sectores, y es importante que desde España lideremos operaciones que son importantes para Europa». De ello pareció deducirse que el BBVA se inclina por seguir adelante. La clave es que solo lo hará si logra convencer a los principales fondos accionistas de ambos bancos.

Sentido económico

La decisión final, así, está condicionada a los números que ha hecho el banco para evaluar si la transacción sigue teniendo sentido económico y a las posibilidades que compruebe que tenga de convencer de ello a los grandes accionistas institucionales de las dos entidades. La condición del Gobierno limita las sinergias que podrá obtener la entidad. Calculó 850 millones de euros de ahorro de costes para justificar la operación: 450 millones por gastos de administración y tecnología, 100 millones por el menor coste de la financiación mayorista en los mercado, y 300 millones por la reducción de empleo y sucursales.

Entre sus planes, así, estaba cerrar 300 oficinas y realizar un ajuste de plantilla (ERE). Sin embargo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aseguró el martes que los dos bancos no podrían hacer este tipo de recortes ligados a la integración, si bien no negó que puedan realizar ajustes justificados por otros motivos. El BBVA estima que todavía podría conseguir la mayoría de las sinergias (sobre todo las ligadas a la tecnología y los gastos administrativos), aunque más lentamente. Pero está por despejar que convenza a los grandes inversores de ello.

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