Los 500 gallegos de más renta ganan el doble por invertir que en trabajar

Sus rendimientos por depósitos, otros activos financieros y dividendos superan los 711 millones | Los ingresos medios en la comunidad por el empleo alcanzan los 25.200 euros

Un contribuyente revisa 'online' la declaración de la renta.

Un contribuyente revisa 'online' la declaración de la renta. / Eduardo Parra

Julio Pérez

A Coruña

La recaudación tributaria es uno de los mejores espejos de la resiliencia de la economía española frente a las tensiones geopolíticas y la incertidumbre para el comercio global. En mayo, los ingresos aumentaron el 17,1% y acumulan un alza del 11% en lo que va de año, hasta los 122.082 millones de euros. Crece con intensidad la aportación del IVA, por la recuperación al completo del impuesto aplicado al valor de la producción de energía eléctrica, el buen resultado también del Impuesto sobre la Renta de los No Residentes y porque las retenciones del trabajo siguen fuertes. La expansión del empleo desde la vuelta a la normalidad tras la pandemia las consolida como principal alimento de la cesta fiscal. Durante los primeros cinco meses dejaron en Galicia más de 2.000 millones de euros, un 7% más que en el mismo periodo de 2024, según los últimos datos que acaba de publicar la Agencia Tributaria, a pesar de que los menores incrementos salariales este año están provocando «una suave desaceleración» en la recaudación. El resto de ingresos del IRPF en la comunidad no pisa el freno. El saldo bruto de las retenciones de arrendamientos, fondos de inversión y capital se disparó casi un 47% y supera los 211 millones de euros.

La renta es mucho más que la nómina. Y, de hecho, el dinero extra al margen del sueldo tiene cada vez más peso en el bolsillo de los hogares gallegos, aunque repartido de una forma muy desigual. Los contribuyentes de patrimonios elevados son los que mayor tajada sacan a los intereses por depósitos bancarios y otros activos financieros, dividendos de empresas, deuda pública o seguros de vida.

Las ganancias por todos esos conceptos alcanzaron los 2.120 millones de euros en 2023 en la comunidad. Unos 474.000 contribuyentes declararon algún tipo de ingreso del capital mobiliario, a una media de 4.472 por persona. Un tercio de los rendimientos, cerca de 712 millones de euros, se concentra en solo 538 gallegos que se mueven en rentas anuales por encima de los 601.000 euros y que en esta partida en concreto obtuvieron de media 1,3 millones de euros. Representan únicamente el 0,1% de las declaraciones del IRPF. Por el resto de ingresos, especialmente los vinculados al trabajo, los contribuyentes de rentas altas notificaron al fisco prácticamente la mitad de lo ganado en inversiones: 421,4 millones de euros, alrededor de 755.100 euros cada uno.

La pirámide de los contribuyentes en Galicia.

La pirámide de los contribuyentes en Galicia. / LOC

Otro 17% de los rendimientos que se incluyen en la base imponible del ahorro, 380 millones, corresponde a 4.835 gallegos situados en la horquilla de los 150.000 a los 601.000 euros de renta total; los 34.400 contribuyentes de entre 60.000 a 150.000 euros reunieron 452,3 millones en rendimientos de sus ahorros y el resto de inversiones financieras; otros 136.300 con entre 30.000 y 60.000 euros de ingresos globales en Galicia durante 2023 sumaron 341 millones. Por debajo del umbral de los 30.000 euros de renta hay cerca de 300.000 gallegos con algún ingreso imputado en la base imponible del ahorro. Seis de cada diez. Pero su cuota en las ganancias declaradas es de únicamente el 11%, con 234 millones, como recoge el informe que acaba de elaborar la Agencia Tributaria con la radiografía de la anterior Campaña de la Renta.

El número de declaraciones de IRPF que incluyeron intereses en cuentas, depósitos y activos financieros en general se incrementó el 13%. Fueron 261.672. La cuantía rebasó los 130 millones de euros, casi el triple que en 2022, siguiendo la estela del subidón de los tipos oficiales por parte del Banco Central Europeo (BCE) ese año. Los dividendos y demás rendimientos por la participación en fondos propios de entidades alcanzaron los 913 millones de euros, un 9,7% más; y los contribuyentes que los percibieron repuntaron el 7,7%, hasta los 239.000. Hubo 7.770 gallegos que lograron 7,9 millones por rendimientos procedentes de la transmisión o amortización de Letras del Tesoro; 3.468 que se embolsaron 6,3 millones de la transmisión, amortización o reembolso de otros activos financieros; unos 60.000 con 73 millones por contratos de seguro de vida o invalidez y de operaciones de capitalización; y 3.340 contribuyentes y 4,2 millones en rentas que tengan por causa la imposición de capitales.

La renta más universal en Galicia es la que viene del trabajo. Los 1.352.625 gallegos con liquidación del IRPF en 2023 declararon rendimientos de 34.075 millones de euros. Los contribuyentes aumentaron el 3,5% (45.800 más) y el montante mejoró el 8,8% (2.761 millones). De media, son 25.205 euros por persona, después de un alza del 5,1% respecto a 2022. La subida es ligeramente mayor a la del conjunto del país: 4,2%, hasta los 27.164 euros.

La mejora laboral convierte en mayoritario el grupo salarial de 30.000 a 60.000 euros

La terrible crisis sanitaria del COVID-19 provocó un efecto colateral inesperado con el acelerón de la digitalización, la transición energética y el bum del empleo en sectores de alto valor añadido vinculados a ambos fenómenos y a los cambios profundos que atraviesa la economía. Eso, junto a la reforma laboral de 2022 que coloca como prioritario el contrato indefinido, han llevado a que la base de cotización media en Galicia cerrase el pasado año cerca de los 2.100 euros, un 21,2% por encima de los niveles prepandemia.

La progresiva mejora de las condiciones de la contratación explica el importante cambio en el grupo mayoritario de contribuyentes con rendimientos de trabajo. En 2022 eran los situados entre los 12.000 y los 21.000 euros, unas 314.200 personas, una de cada cuatro declaraciones de IRPF.

En 2023 son los de 30.000 a 60.000 euros, alrededor de 283.400, el 21% del total. En el caso de la horquilla de los 12.000 a los 21.000 euros (275.880 en total) hay una caída del 12%, con 38.300 contribuyentes menos que el ejercicio anterior. La de 21.000 a 30.000 euros creció en 22.000 personas (253.720); en 24.800 la de 30.000 a 60.000 (283.347); en 6.500 la de 60.000 a 150.000 (47.810); y en 551 el grupo que gana en su trabajo entre 150.000 y 601.000 euros (4.769). Los que superan los 601.000 euros son 476, 11 menos que el ejercicio precedente.

En los menores tramos, se añaden 10.300 en los de, como mucho, ingresos laborales de 1.500 euros (73.833); 2.079 más en los de 1.500 a 6.000 euros (189.471); y casi 20.000 en los de 6.000 a 12.000 euros (167.516).

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