La coyuntura de las elecciones municipales pasadas fue más determinante que nunca. Anticipo, además, de las generales que se celebrarían meses después. Sociólogos y politólogos coruñeses analizaban para LA OPINIÓN esta situación y auguraban que la crisis económica y la mala imagen de la clase política influiría en los resultados. De Negreira en mayo, tras 28 años de Alcaldía socialista, a Rajoy en noviembre, los coruñeses confiaron sus pocas esperanzas de recuperación económica al Partido Popular, al tiempo que castigaban a zapateros y bipartitos.

El exdecano de Sociología, José Luis Veira, analizaba que los Concellos se habían convertido en "mini Estados", haciéndose cargo de muchas funciones que no le correspondían, aunque en sus manos no estuviese "resolver la crisis económica". Proponía debatir la "racionalización" municipal, una reflexión necesaria para corregir esa sensación de "derroche y mala gestión" dentro de los Ayuntamientos.

Vicente González, profesor de Sociología de la Comunicación y Opinión Pública, avanzaba que los políticos se habían ganado "a pulso" su mala imagen y que no se percataban de la relación entre su inmovilismo y el desánimo ciudadano. Otro profesor de Ciencia Política, Santiago Míguez, veía un "craso error nacionalizar la campaña electoral y los resultados" y explicaba que en Galicia existe un mayor voto en las municipales que en el resto de España porque se le sigue dando "mucha importancia" a lo local.

Míguez predecía que las situaciones de crisis siempre perjudicaban "a los partidos gobernantes" y Veira que la gran bolsa de indecisos acabaría decantando su voto en función, probablemente, de la recesión económica. El profesor de Sociología Política, Eduardo Rego, recientemente fallecido, aseguraba que "tener o no tener trabajo" iba a ser fundamental a la hora de elegir papeleta. "Cuando se está disconforme con el Gobierno se da una transformación del voto, pero la falta de confianza en los políticos, induce a no votar", argumentaba.