El PP se ha marcado como objetivo lograr alrededor de un 23% o 24% de los votos en las elecciones generales del 28 de abril, un porcentaje inferior al 26% que logró Manuel Fraga en los años 80, pero que podría abrirle la puerta del Palacio de la Moncloa al pactar con Ciudadanos y Vox, según admiten fuentes del partido.

Ese porcentaje al que aspira Pablo Casado queda muy lejos del 33% que cosechó Mariano Rajoy en las elecciones generales del 26 de junio de 2016. Sin embargo, en 'Génova' recalcan que el actual líder del PP afronta el peor escenario posible porque nunca había estado tan fragmentado el espacio de centro-derecha.

El equipo de Casado considera que todo está "muy abierto" y hay partido por delante, máxime cuando, según recuerdan, la mayoría de las encuestas que se están publicando coinciden en que el bloque de centro-derecha suma más votos que el bloque de izquierda, añaden fuentes 'populares'.

En este escenario, el PP confía en movilizar a los suyos para poder subir cuatro puntos el resultado que están recogiendo las encuestas, de forma que pueda "dar la suma con Ciudadanos y Vox". Siguiendo esos cálculos, si el PP alcanza el 23 o 24% de los votos, será difícil que no le salgan las cuentas al bloque de centro-derecha, según las mismas fuentes.

Si el 28 de abril el PP logra un 23% de los votos tocaría suelo porque Manuel Fraga logró un 26,3% y 107 escaños en 1982 con Alianza Popular. Cuatro años más tarde, en junio de 1986, logró el 25,9% y 105 escaños. Con el debut de José María Aznar al frente del PP en octubre de 1989, el partido alcanzó el 25,7% y 107 diputados.

Reto: Llegar a 110 escaños

En 'Génova' trabajan con la idea de que Ciudadanos -ahora tiene 33 escaños- podría situarse en el entorno de los 40 escaños y Vox irrumpir por primera vez en el Congreso con una veintena de diputados. Para que haya suma, según esos datos, el PP tendría que lograr al menos unos 110 escaños, una cifra que el partido aún no ha alcanzado.

En este momento, según los trackings internos que maneja el partido, el PP se situaría en una horquilla entre 90 y 100 escaños. Fuentes de la dirección nacional admiten que Vox también está subiendo. El PSOE, por su parte, se mantiene después de haber sumado muchos apoyos de Podemos, mientras que en el caso de Ciudadanos su nivel de apoyo lo ven más fluctuante, dependiendo de los días.

En cualquier caso, en el PP consideran que todo se juega la última semana de campaña, tras las vacaciones de Semana Santa, y subrayan que en este momento todo está "muy abierto". Admiten además que un debate electoral es "muy importante" y puede jugar una baza fundamental en el objetivo de convencer al alto porcentaje de votantes indecisos.