Vox celebra como un triunfo "histórico" los resultados electorales de este domingo al lograr representación por primera vez en el Congreso de los Diputados, pasando en solo seis meses de ser un partido marginal a alzarse como quinto grupo parlamentario con 24 diputados, si bien se trata de un estreno agridulce, porque no serán la fuerza decisiva que auguraban tanto la movilización social como sus pronósticos en campaña.

El partido que creó Santiago Abascal hace cinco años ha logrado el mejor resultado de un partido a la derecha del Partido Popular desde la Fuerza Nueva de Blas Piñar en 1979, que se situó por encima de los 379.000 electores.

Sin embargo, la formación auguraba obtener más de 50 escaños en esta convocatoria y la movilización social que ha protagonizado sus actos de campaña parecía avalar esta tesis. Incluso cuando el CIS auguraba al partido de Abascal un 11,9% de los votos y entre 29 y 37 diputados, en Vox confiaban en duplicar su presencia en el Hemiciclo y en convertirse en decisivos, como lo han sido en Andalucía, para la formación de Gobierno.

Con todo, los de Abascal obtienen representación por un total de once provincias, con mayor número de diputados en Andalucía, donde han obtenido 6 escaños, seguido de Madrid, donde el Partido Popular ha perdido ocho diputados y Vox ha conseguido cinco. Contará con tres escaños procedentes de la Comunidad Valenciana, dos de Castilla-La Mancha, otros dos de Murcia, y uno de Castilla y León, Cataluña (por Barcelona), Extremadura, Baleares y Asturias.

Abascal ha levantado el ánimo este domingo de sus seguidores congregados en el hotel en el que el partido ha seguido la noche electoral y ha avisado de que los 24 escaños logrados en estos comicios son "solo el principio". "Vox ha venido para quedarse", ha garantizado.

Abascal ha celebrado su primera intervención pasadas las once de la noche y con el escrutinio ya por encima del 95 por ciento, con un resultado de 24 escaños para su formación. Ha comparecido en la plaza Margaret Tatcher de Madrid, donde se congregaban cientos de fieles y arropado por su núcleo duro: Javier Ortega-Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio.

El líder de Vox ha celebrado los 2,5 millones de votos logrados este domingo en las urnas, cuando hace solo tres años no llegaban a los 40.000. Pero ha avisado de que no hay que caer en la "autocomplacencia" porque el nuevo reparto parlamentario no permite echar al PSOE de Pedro Sánchez de la Moncloa.

En este sentido, ha arremetido de forma muy dura contra el PP, al que ha señalado como el único responsable de la victoria de la izquierda. "La única responsabilidad la tienen quienes tuvieron 186 escaños y no fueron capaces de oponerse a la izquierda", ha reprochado.

"Para los que anhelábamos tanto, hoy es momento de alegría pero también de preocupación", ha reconocido lamentando no poder expulsar al "Frente Popular" del Gobierno. "No nos engañamos. Hoy España está en una situación peor que ayer, pero Vox es más necesario hoy que ayer", ha argumentado.

Abascal ha garantizado así a sus votantes que los diputados de Vox no les van a "defraudar" durante la próxima legislatura y defenderán en el Congreso las consignas que han repetido sus dirigentes durante toda la campaña electoral, como la unidad de España, la lucha contra la inmigración ilegal o el combate a las leyes "de la dictadura progre".

Pero además, ha querido finalizar su mensaje mostrando su "profundo respeto" por el resultado electoral, aunque ha avisado de que ninguna mayoría parlamentaria "por grande o pequeña que sea" habilita para una reforma de la Constitución que "tolere" un referéndum de autodeterminación, el indulto a "golpistas" o la ruptura de la unidad nacional.