Al PSOE coruñés le quedaron carteles con la cara de Pedro Sánchez por colocar. Apilados en la entrada de la sede provincial del partido, parecían no haber hecho falta para obtener unos "magníficos" resultados, según la candidata a la Alcaldía, Inés Rey. Tras varapalos locales, autonómicos y estatales, los socialistas no parecían creerse ayer lo que veían en la pantalla. La cautela mandaba y la previsión para las locales rondaba cabezas pero no se comentaba en voz alta. Era el momento de Pedro Sánchez.

"No es extrapolable; las generales no tienen nada que ver con municipales", advertía, con una sonrisa, Rey, que después sí que destacaba que el PSOE conseguía ser "la primera fuerza en A Coruña, con muchísima diferencia con respecto al siguiente partido". Y añadía: "Después de muchos años". La euforia no era plena, pero los deseos de seguir creciendo aumentaban con las palabras: "Es el inicio de la recuperación electoral. El resultado demuestra que los coruñeses vuelven a confiar en un Partido Socialista renovado pero con los valores de siempre".

La imagen oficial era absolutamente femenina. La número uno al Congreso, Pilar Cancela, colgaba, sin haberse completado el escrutinio, en una red social una foto con la número tres, Montserrat García Chavarría, la número dos al Senado, la exconcejala Obdulia Taboadela, y la candidata a la Alcaldía. El abrazo conjunto lo decía todo. Sobre las diez y media, tocaban más fotos, ya con el número 1 al Senado, Antonio Vázquez, y cena y bebida. A la sede iban llegando, a cuentagotas, los interventores.

La portavoz municipal, Yoya Neira, y otros ediles, como Silvia Longueira, conversaban ya en corrillo tras la tensión de una jornada de la que todos destacaban la "masiva" participación, que parecía haber sorprendido a más de uno. Una ausencia destacada entre los socialistas coruñeses, la de actual delegado del Gobierno, Javier Losada, era justificada por su entorno debido el trabajo, institucional, de supervisar los resultados.

Silencio en el PP

A diferencia de otras jornadas electorales, en las que el Partido Popular recibía en un hotel a sus apoderados con pinchos de todos los sabores, donde prensa, simpatizantes y candidatos compartían resultados, la de ayer fue mucho más sobria y solitaria. Los candidatos, en la sede provincial, en un cuarto piso de Sánchez Bregua, esperaban a puerta cerrada.

Primero, los resultados, después, que hablase el líder desde Madrid, Pablo Casado, y, después, el presidente del partido en Galicia, Alberto Núñez Feijóo. No hubo idas y venidas de apoderados ni jaleo en los pasillos. En la televisión, La Sexta anunciaba la caída de apoyos del PP en detrimento del ascenso de Vox y Ciudadanos. Pasadas las doce y media de la noche, el presidente provincial, Diego Calvo, entró en una sala de prensa casi vacía para reconocer que los resultados no habían sido los que al PP les "hubiese gustado".

Para Calvo, ayer fue el día de saber que habían conseguido "tres diputados y un senador" y de mirar hacia adelante. "En la provincia de A Coruña hemos conseguido contener el voto hacia otra opciones y que partidos como Vox no tengan representación", comentó Calvo, que enfocó sus energías a "jugar a otro deporte" a partir de mañana [por hoy], en referencia a las elecciones municipales, lo hizo en ausencia de su candidata en la ciudad, Beatriz Mato, que, si bien estuvo en la sede, no apareció en la foto en la que la formación admitía la derrota. "Estamos esperanzados de que los resultados serán mejores en las municipales", dijo Calvo, para quien la jornada electoral había "valido la pena" porque les había permitido demostrar que tenían "razón", "Todo el mundo se ha dado cuenta de lo ocurrido. Si sumamos los 38.000 votos que no le han valido a Vox para un escaño y los 20.000 que ha incrementado Ciudadanos con respecto a 2016, tenemos el mismo resultado que el PP", explicó Calvo y alertó, como en campaña, que si el voto del "centro-derecha se divide, gobierna la izquierda".

Optimismo en el BNG

Como consigna de partido, en todas las elecciones hay que quedarse con la parte positiva. Y así lo hizo ayer el candidato a la Alcaldía del BNG, Francisco Jorquera. "Éramos muy conscientes de que era muy difícil obtener representación, pero ha habido un incremento muy importante", explicaba a última hora. A su juicio, lo importante son las "tendencias". Su visión de los resultados es que hay un "cambio" que les dará buenos resultados a nivel local. "Los comportamientos dependen del tipo de elecciones y tenemos una base muy buena", defendió.

Jorquera distribuyó la jornada entre la presencia en una mesa electoral, su casa, siguiendo el principio del escrutinio, y acabó en la sede de la calle Damas, en la Ciudad Vieja, donde los militantes intentaban poner la vista en la próxima cita electoral, a la espera de una celebración por todo lo alto.

Ni Podemos ni Ciudadanos organizaron actos de partido en la ciudad.