La catástrofe del PP fue de tal calado (pasó de 137 a 66 diputados) que hasta el número tres del partido, Javier Maroto, se quedó fuera del Congreso. Maroto no revalidó el escaño por Álava, uno de los dos únicos que había cosechado el PP vasco en 2016.

El otro, por Vizcaya, lo malogró la elegida para liderar la lista por esta provincia, Beatriz Fanjul. Y para colmo de males, los populares también se quedaron sin el representante del Senado.

Ya lo dijo el domingo por la anoche el propio líder del PP vasco, Alfonso Alonso. Un "mal resultado" que invita al partido a hacer "una reflexión": cómo "recuperar al Partido Popular como la gran fuerza del centro político español". Aviso, pues, para la estrategia de Pablo Casado.

La mejor prueba de la debacle es que el PNV les venció por primera vez en unas generales en el feudo conservador de Álava, el de Maroto y Alonso, ambos exalcaldes de Vitoria. En 2016, el PP fue segundo en Álava, por detrás de Podemos y PNV. El domingo, los nacionalistas, primeros en la provincia, le sacaron a los populares, quintos, cerca de 6.000 votos. En Madrid, el director de gabinete de Casado, Javier Fernández-Lasquetty, y Mari Mar Blanco tampoco sacan plaza.

Otro diputado que no estará en la constitución de las nuevas Cortes es Pedro Quevedo, de Nueva Canarias (NC), partido que se presentó en coalición con el PSOE en 2015 y 2016. El domingo concurrió con sus solas siglas y no obtuvo representación. En cambio, Coalición Canaria (CC) retuvo el escaño de Ana Oramas y sumó uno más.