La extrema derecha no ha logrado representación en Galicia. Los sondeos apuntaban que Vox y el BNG se disputarían un escaño este 10-N en la comunidad gallega, en concreto por A Coruña, pero finalmente el partido de Santiago Abascal no logró asiento alguno en la Cámara baja y se quedó a unos 5.000 votos del Bloque.

En esta cita con las urnas, Vox multiplicó los 1.026 votos de las generales de 2016 y se convirtió en la quinta fuerza de Galicia con más de 110.000 votos, el 7,8,% del total en la comunidad y la mitad que el 15% a nivel nacional.

En la provincia de A Coruña, donde tenían más opciones de hacerse con un escaño, más de 48.000 votantes (8,2%) respaldaron a la formación de extrema derecha, casi la mitad de todos los cosechados en Galicia, pero no suficientes para que Miguel Ángel Fernández accediese al Congreso. En Pontevedra, se hicieron con más de 35.000 (7,2%). Mientras en Lugo fueron poco más de 14.000 y en Ourense, casi 13.000. Fue precisamente en estas dos últimas provincias donde la formación liderada por Abascal se colocó como cuarta fuerza, mientras que en A Coruña y Pontevedra, como quinta.

Con estos resultados, al superar en más de 5% los apoyos obtenidos en las cuatro provincias, Vox tiene opciones de entrar en 2020 en el Parlamento gallego.

Aunque es de suponer que en la convocatoria a las elecciones autonómicas no logre tantos votos. De repetirse los apoyos del 10-N en los comicios del próximo año, sería la primera vez que el PP tiene en la Cámara autonómica un partido con el pactar si pierde la mayoría absoluta. La encuesta de La Opinión apuntaba en esta campaña que el PP gallego podría perder la mayoría absoluta y el único partido de derechas que podría salir en su auxilio sería Vox, aunque en estos momentos la formación de Abascal no quiere jugar ese papel.

El propio Ortega Smith, número dos de Vox, durante un mitin en Ourense dijo que quería "echar" a Feijóo de la Xunta. "Si algo tienen claro los otros partidos es que cuando los locos de Vox se proponen algo lo consiguen", proclamó en campaña el secretario general del partido de extrema derecha.

Vox también acusó al PP gallego de tener un discurso nacionalista y advertía de que el partido de Feijóo "ya no existe a nivel nacional" por sus posiciones en Galicia, Euskadi, Cataluña y Baleares.

Cuestionaba además que pida competencias al mismo nivel que País Vasco y Cataluña, así como denuncia el uso del gallego en las aulas o recordaban el día que Feijóo dijo que Galicia era una nación. "El PP de Feijóó reproduce en Galicia la misma política que se da en Cataluña o en País vasco; no queremos ser otra Cataluña sino una Galicia que ama profundamente su patria". Además, cuestionan las políticas de Feijóo por conducir a una Galicia en la que hay "ciudadanos de primer y de segunda" porque, aseguraban, "imponen la obligatoriedad de estudiar una lengua sobre otra".