"Que no os convenzan porque de momento no está nada decidido. Todo dependerá de un puñado de votos". El candidato socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, lanzó ayer de nuevo la caña de pescar, si cabe, con más fuerza, y con la intención de alcanzar más profundidad en el auditorio del centro tecnolóxico de Arteixo. "La pelea va a ser dura; el Partido Popular siente el aliento en la nuca y va a utilizar toda la artillería contra nosotros en los próximos días", advirtió el candidato socialista, dibujando un escenario a modo de contienda pacífica y democrática.

Leiceaga recibió un balón de oxígeno, como sensación de sus seguidores a lo largo de la jornada de ayer, y ya en el ecuador de la campaña electoral. Quizás fue tras los resultados de los debates entre candidatos o quizás por los sondeos internos que cada fuerza maneja en esta carrera hacia el 25-S. Apuntó que Núñez Feijóo demostró "nerviosismo".

El campo de batalla parece dividirse en dos a medida que avanza la campaña y con la convivencia dialéctica (sin que hayan trascendido sobresaltos) entre los grupos que, según expresa Leiceaga, están llamados a protagonizar el cambio.

Su idea es que sea el PSdeG, "por experiencia, confianza y estabilidad" el que se ponga al mando de un hipotético gobierno de izquierdas. Así lo expresó en el debate radiofónico de ayer por la mañana en la Ser, para todo el país; un encuentro en el que Leiceaga, Villares y Pontón criticaron la ausencia de Núñez Feijóo y así se lo trasladaron varias veces en antena al representante del PP en el encuentro: Pedro Puy.

Leiceaga insistió ayer en Arteixo, en un acto en el que participaron y hablaron la número dos por A Coruña, Begoña Rodríguez, y el número cinco por Pontevedra, Gonzalo Caballero, que no habrá problemas entre las fuerzas "del cambio" para llegar a un acuerdo. "Tampoco los tiene en estos momentos Mariano Rajoy, que está proponiendo un tripartito para gobernar en el ámbito nacional, con PSOE y Ciudadanos. ¿Vale para el país y no vale aquí? Ocurre en Andalucía, Valencia, Castilla-La Mancha o Aragón, por ejemplo. El asunto es plural y no pasa nada", apuntó Leiceaga, quien expresó que el Partido Socialista "siempre ha mostrado su disposición para entenderse con otras fuerzas".

El derecho de autodeterminación "no está en el debate político, ni por parte de En Marea ni por ninguno", lanzó Leiceaga y añadió: "El PP está hablando de esto para dar miedo. No va a haber ningún lío, va a haber espacio para entendernos".

Bromeó sobre los polígonos industriales sin actividad, como el de Arteixo, que "está a toxo", dijo.

En el acto celebrado por la tarde en Santiago, junto a un invitado especial para la comunidad docente, el exministro Ángel Gabilondo, Leiceaga desplegó una de sus banderas: la educación pública.

De llegar a San Caetano, una de las primeras medidas que aplicaría el candidato socialista sería retirar las ayudas públicas a los centros concertados que segregan por sexo, profundizar en el plurilingüismo o realizar actividades extraescolares en los centros. Serían fuera del horario lectivo y no corresponderían a los profesores: "no es su función".

La propuesta de Leiceaga pasaría por la colaboración de los concellos. En dichas actividades se encuadraría la enseñanza del inglés y servirían para conciliar vida familiar y laboral.

El candidato socialista abogó por recuperar la gratuidad de los libros de texto, medida que retomaría del bipartito, y reforzar los colegios con 2.500 profesores, perdidos, según el candidato socialista, en los últimos años, con la crisis. "Costaría 100 millones de euros al año, financieramente asumible", avanzó Leiceaga. Tanto él como Gabilondo consideran que sería deseable la derogación de la Lomce. El exministro pronunció varios de sus ideales en Educación, apoyados por el candidato gallego: "la inclusión implica recursos" o "la excelencia sin igualdad es elitismo".