Las siglas del PP empezaron la campaña en miniatura y en segundo plano y han pasado a la primera línea del debate. Los populares han lanzado un vídeo en las redes sociales y en los mítines para dejar claro que "no esconden" la marca del partido y que "no están divididos". "Mostramos mucho a nuestro candidato porque después de ocho años dándolo todo por Galicia, ahora puede dar la cara", explican.

Según los sondeos, la gestión de Feijóo está mejor valorada en Galicia que la del Gobierno central. La marca Feijóo cotiza al alza frente a un PP desgastado a nivel nacional por los recortes y los escándalos de corrupción. Por eso, la campaña del PP gallego está tan centrada en la figura del presidente de la Xunta. Su nombre y su rostro son la imagen de la propaganda electoral, mientras que la marca del partido se muestra en miniatura. Y el cabeza de cartel de los populares repite día tras día que no se presenta por unas siglas sino por Galicia". A esto se añade que el presidente del PP, Mariano Rajoy, está volcado haciendo campaña en Galicia, pero por separado.

Solo coincidió con Feijóo en el mitin de Pontevedra y repetirá probablemente en el cierre de campaña. Tampoco la secretaria general del partido, Dolores Cospedal, ha compartido agenda con el candidato popular quien, por el contrario, sí ha estado junto al presidente castellano-leonés, Juan Vicente Herrera, en dos mítines y hoy estará acompañado en Lugo por la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes. "Evidentemente no es por desvincularme del partido", volvió a defender ayer Feijóo que asegura que responde a una estrategia para llegar a más gente.

Y el PP gallego no quiere que cale el mensaje de que esconden las siglas y por eso ayer lanzó un vídeo, con una animación, donde enseñan su logo y lo contraponen a la lluvia de marcas que integran los partidos de la oposición, que además, según advierten, "no dicen quién es su candidato a la presidencia de la Xunta". El hecho de que Feijóo no cite nunca directamente a los candidatos del PSOE o En Marea en sus mítines alimenta este mensaje de que no hay una cabeza visible en la oposición. Por eso, el candidato popular apeló al "voto moderado" y resucitó el fantasma del bipartito. "Si un gobierno con dos no fue bueno, no puede serlo un multipartito", aseguró. Y también puso como ejemplo "de lo que no debe ser" el concello de Ferrol, donde ayer dio un mitin, y donde gobierna un alcalde de las mareas con apoyo del PSOE. Para cerrar el paso al populismo pidió el apoyo de aquellos gallegos que apoyaron a Ciudadanos que simpatizan con Ciudadanos. "No os defraudaré", les garantizó. "No tendrán un presidente de Podemos ni les haré elegir entre Galicia y España", dijo.

En su recorrido por Galicia Feijóo recaló ayer en Ourense y en Xunqueira de Ambia donde propuso dar un "giro importante" a sus políticas de vivienda para corregir las "equivocaciones" de los últimos años en las que se apostaba por nuevas construcciones. "No se levantarán nuevos edificios mientras tengamos otros a punto de caerse", proclamó.

Su objetivo es rehabilitar en la próxima legislatura un total de 10.000 viviendas en 40 núcleos históricos. Por un lado, según avanzó, el Gobierno gallego comprará inmuebles enteros y los rehabilitará para luego alquilarlos a los jóvenes. Pretende sacar al mercado unos 1.500 pisos, además de 350 locales comerciales. Al mismo tiempo pondrá a disposición de los concellos de más de 50.000 habitantes un fondo para que reformen otras 1.500 viviendas. Además, la Xunta ofrecerá una línea de préstamos a interés cero para acometer las reformas y además aprobará una ley para facilitar la obtención de licencias de obra en los cascos antiguos.