Un gobierno alternativo al PP sería una "vuelta al pasado". El candidato popular a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tildó la fragmentación de los partidos de la izquierda de "minifundismo político". En su opinión, Galicia avanza en la buena dirección y goza de estabilidad. Pero esta situación es "reversible" si su proyecto se ve relegado por el "feudalismo político", término con el que identificó a sus rivales. "Existe una izquierda feudal, en la que solo hay que sustituir a los viejos nobles por nuevos líderes y los viejos condados y ducados por nuevas siglas", aseguró en alusión a los conflictos y las disputas de la nobleza gallega en la época medieval.

En un almuerzo informativo convocado en Santiago por Nova Economía Forum, Feijóo arremetió con dureza contra sus contrincantes electorales. "El origen de la suma multipartita que aspira a gobernar, o mejor a desgobernar, está en pequeños cenáculos egocéntricos que invocan el pueblo con el viejo estilo del despotismo ilustrado: todo para el pueblo pero sin el pueblo".

Aunque no la mencionó directamente, fue En Marea el objeto de las principales críticas lanzadas ayer por Feijóo. "Estoy harto de eslóganes, de palabras vacías y mesías redentores", se quejó. Y arremetió contra los gobiernos de las mareas en las ciudades y su "abstencionismo", que definió como el miedo a gobernar. Y contra el populismo conjuró el lema Galego coma ti, con el que Manuel Fraga concurrió por Alianza Popular a las elecciones en 1981.

Feijóo también asestó un golpe a los candidatos de En Marea, Luís Villares, y del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, al asegurar que Xosé Manuel Beiras y José Luis Méndez Romeu -que perdió las primarias socialistas- "son personas de más relieve y candidatos más difíciles que los que los sustituyen y quieren imitarlos". De hecho, cuestionó que Villares esté "dictando sentencias contra la Xunta y a los 15 días sea candidato" e instó a "los legisladores a pensar si esto es razonable".

En una entrevista en Antena 3, Feijóo justificó que la senadora Rita Barberá no deje su escaño porque hubo "decenas de parlamentarios" que han sido investigados por el Tribunal Supremo y citó el caso de José Blanco.