La victoria de Feijóo trasciende las fronteras de la comunidad autónoma, lo que reafirma la posición de fuerza del líder del PP gallego en el escenario nacional. Con su triunfo echa un capote al presidente de su partido, Mariano Rajoy, atascado en un callejón sin salida por el bloqueo del PSOE a su investidura. Y así lo destacó ayer el presidente de la Xunta en funciones y candidato del PP gallego tras la reunión del comité de dirección de su partido. "El mensaje de Galicia y de Euskadi debe ser entendido por los responsables del colapso y será útil para orientar la política española", declaró. En todo caso, el dirigente popular reitera su compromiso de permanecer en Galicia toda la legislatura y añade que no se ve como el sucesor de Mariano Rajoy.

Con su éxito electoral la comunidad gallega, no solo se convierte en la única con mayoría absoluta, sino que se sitúa en el epicentro político de España. "Galicia acredita que puede ser una solución para el país", defendió. Según su análisis, al PSdeG "le dieron la espalda" los gallegos porque "se entregó a las Mareas" y por eso espera que el líder socialista, Pedro Sánchez, entienda que "no puede podemizar" a su partido, porque eso lo llevaría al "suicidio colectivo". "Será cada vez más pequeño e irrelevante", añade.

En todo caso, Feijóo confía en que no haya unas terceras generales, aunque, si las hay, defiende que Rajoy es el mejor candidato. En su opinión, el presidente del PP tiene ahora "el plus de la legitimación de ganar en casa". Según explicó, a lo largo de la noche electoral pudo hablar "tres o cuatro veces" con el líder de su partido."Me vino a decir, oye ,te dije que ibas acertar en la decisión de permanecer en la política, que es muy bueno para ti, para Galicia y para España", relató Feijóo. Además agradeció el apoyo de los dirigentes del PP nacional que desembarcaron en Galicia, reafirmándose en que hacer campaña por separado fue una buena estrategia. "Cuando un sistema táctico funciona, no conviene cambiarlo", ratificó. Preguntado sobre si se ve como el sucesor de Rajoy, Feijóo respondió "no" y prometió cumplir el "contrato" de cuatro años con los gallegos. Y así se lo trasladó al arzobispo de Santiago a quien le garantizó que dejará "preparado el mejor Año Santo" en 2020.