El Partido Popular sigue imbatible en la ciudad. Su voto en las autonómicas ha sido fiel convocatoria tras convocatoria, salvo en 2005 cuando contribuyó a la presidencia de Emilio Pérez Touriño sobrepasando a los conservadores. Las urnas en A Coruña volvieron a dar la victoria los de Alberto Núñez Feijóo. Aunque se dejan votos respecto a 2016 (2.940 con algo más del 97% escrutado), su cuota es mayor: el 46% de las papeletas depositadas en los colegios electorales coruñeses son para ellos frente al 43,52% de los anteriores comicios.

Solo el BNG es capaz de ganar votos en la ciudad: 18.600 apoyos más, más del triple, pasando de la confianza del 6,67% del resultado al 24,3%. La candidatura de Ana Pontón se convierte, con holgura, en la segunda fuerza con más tirón entre los vecinos coruñeses, cuando en el pleno municipal son la cuarta.

El PSOE no es capaz de avanzar. Sigue relegado a ser la tercera fuerza (en 2016 lo superó En Marea y ahora los nacionalistas). Su porcentaje es el mismo pero se dejan votos. Gonzalo Caballero tiene 2.000 menos (con el 97% escrutado) que Xaquín Fernández Leiceaga en 2016. La Alcaldía lograda hace un año y el Gobierno de Pedro Sánchez no se traduce en mejores cifras para el PSdeG en la ciudad.

Los votantes coruñeses castigan a la izquierda rupturista. Se despeñan aunque el porcentaje logrado sea mayor que en el resto de Galicia (un 5,7% frente al 3,91% en Galicia). En 2016, el espacio de confluencia con Luís Villares a la cabeza se convertía en segunda fuerza con 29.757 y un 23,93%. Tras cuatro años de continua convulsión interna, la candidatura de Antón Gómez-Reino apenas recabó 6.300 papeletas en A Coruña, sin que la presencia de Podemos y EU en el Gobierno central haya servido para frenar el hundimiento de los morados en Galicia y en la ciudad.