La candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Xunta, Beatriz Pino, admitió ayer que los resultados obtenidos en las elecciones autonómicas "no fueron buenos", al tiempo que ha constatado "una mala noticia para los gallegos", el avance del nacionalismo, que aseguró que les "preocupa". Cs perdió casi 40.000 votos respecto a los anteriores comicios y con apenas 9.500 se queda en el 0,74% de los apoyos.

Pino afirmó anoche que Ciudadanos sabía que estas elecciones "no eran fáciles" y que se desarrollarían en un escenario "complicado". A pesar de esto, subrayó que la formación fue "capaz" con "solvencia" y con "crítica constructiva" de "enseñar a los gallegos" su concepción de "política útil", que busca construir "una Galicia moderna, del siglo XXI, con diálogo".

Aunque los resultados están "por debajo de las expectativas" -ya que no logra ninguna representación y pasan a ser la sexta fuerza política- el proyecto de Cs en Galicia "sigue adelante". "Seguiremos trabajando y eso es lo más importante", ha dicho Beatriz Pino, "porque esta voz moderada y de centro tiene que estar representada de una vez en el Parlamento gallego".

"Amenaza del nacionalismo"

Al mismo tiempo, ha lamentado el alza del nacionalismo en la comunidad. "Tenemos una mala noticia para los gallegos: no son buenas noticias que el nacionalismo avance", dijo Pino, algo que, admite, les "preocupa" y "demuestra" su advertencia durante la campaña de que "la amenaza del nacionalismo existe en Galicia". "Seguiremos trabajando para ser freno al nacionalismo, esta voz tiene que continuar", dijo Pino, que apostó por que Cs sea "el muro de contención" de estas ideas.

Finalmente, antes de felicitar a Alberto Núñez Feijóo por los resultados y avanzar que la formación "comienza una nueva etapa", Pino dio las gracias a todos los gallegos que "salieron a las calles con toda la intención de no conformarse" para "depositar en las urnas un voto valiente" en pro del "cambio" por una "Galicia moderna".