La confianza del voto en el PPdeG se mantiene intocable en Galicia, que al cierre de esta edición repetía los 41 escaños. La otra gran noticia de las elecciones de ayer la protagonizaron el BNG y el PSdeG, con ese sorpasso histórico de los nacionalistas sobre los socialistas. Los resultados de Galicia en Común, junto con los de Marea Galeguista, fueron el principal fracaso de la noche, ya que las mareas pasan de ser la segunda fuerza política a desaparecer del Parlamento.

Los populares vuelven a ganar las elecciones con mayoría absoluta. Y ya es la cuarta consecutiva. Una hazaña con la que Feijóo iguala las cuatro cosechadas por Manuel Fraga entre 1989 y 2001. Repetir los resultados de 2012 y 2016, en los que el PPdeG obtuvo 41 escaños era una tarea difícil, pero se ve que no imposible.Estuvo cerca de acabar con 42, un resultado que el PPdeG no obtenía una representación igual desde hace 23 años.

A lo largo de la semana, las encuestas pronosticaron una nueva mayoría absoluta, incluso reforzada, algo que corroboraron las urnas, aunque con 57.000 papeletas menos. En total, el PPdeG recuenta 625.000 votos, el 48%, según los resultados provisionales.

La campaña del partido, muy centrada en la imagen de su candidato, bajo el lema "Galicia, Galicia, Galicia", logra el principal objetivo: prologar su feudo en Galicia y continuar gobernando en la comunidad una legislatura más. Su máximo de 43 diputados, obtenido en 1993, queda algo lejos, ante un escenario político mucho más polarizado, incluso en el bloque de la derecha.

Una de las principales incógnitas de estos comicios era qué fuerza ocuparía el segundo y el tercer puesto. Finalmente, será el BNG el que lidere el bloque de la izquierda en el Parlamento de Galicia. El Bloque consigue 19 escaños y el PSdeG, 15, y logra un sorpasso sobre los socialistas que no se producía desde hace 20 años. Ocurrió por primera vez en 1997, cuando con Xosé Manuel Beiras alcanzó los 18 escaños, frente a los 15 del PSdeG con Abel Caballero como candidato. Y se repitió cuatro años más tarde, en 2001. Esa vez hubo empate a diputados, 17, pero de nuevo Beiras logró más apoyos que Emilio Pérez Touriño. Desde aquella fecha, lo que ayer logró de nuevo Ana Pontón no se había vuelto a producir.

La líder del Bloque convenció a 310.000 gallegos más que el de Gonzalo Caballero, que persuadió a 252.000 electores en total. Pese a todo, el PSdeG sube en porcentaje de voto respecto a lo ocurrido en 2016, pasando de un 17,8% a un 19,4%.

Por otro lado, las mareas, que habían sido la segunda fuerza más votada hace cuatro años, bajo las siglas de En Marea, quedan completamente diluidas. De contar con el 19,07% de los votos, 14 diputados y 271.418 papeletas pasan directamente al ostracismo. Marea Galeguista, formada por los restos de En Marea, Partido Galeguista y Compromiso por Galicia, no consigue representación. Pero es que Galicia en Común, la coalición de Podemos, Anova y Esquerda Unida, tampoco. La realidad es que entre los dos apenas cuentan algo más de 53.000 votos.

Pontón es quien logra atraer a los votantes descontentos de las mareas de 2016, ya que se agencia con 190.000. Fracasa, por tanto, la formación de Antón Gómez-Reino, apoyada en campaña por Pablo Iglesias o Yolanda Díaz, con apenas el 3,9% de los votos y 51.200 papeletas. Y naufraga también la candidatura de Pancho Casal, que fue la octava fuerza más votada, con solo 2.800 votos y un ridículo 0,2%, incluso superada por la del partido animalista.

Entre los otros partidos que no obtienen representación, Vox adelanta a Ciudadanos. La ultraderecha debuta en unos comicios gallegos con el 2% de votos y 26.500 papeletas; frente al 0,7% y 9.700 de la formación naranja (39.000 menos que en 2016).