Los coruñeses siguen a piñón fijo en las elecciones gallegas. Da igual lo que salga de las urnas de la ciudad en las citas estatales y municipales, que la historia repite un guion conocido cuando llegan las convocatorias autonómicas, salvo el fugaz paréntesis de 2005. Así, el PP sigue imbatible en A Coruña tras la noche electoral de ayer, en la que cosechó un 46% de los sufragios. Gana cuota a pesar de dejarse cerca de 2.000 votos. Hubo un nuevo relevo en el pelotón que lo persigue en la distancia. El BNG se dispara, triplica papeletas y se coloca segundo frente a un PSOE que embarranca como tercera fuerza sin que el primer año de Alcaldía en el Palacio de María Pita haya servido para mejorar el resultado del partido. En Común se despeña y no convence ni a seis de cada cien de los vecinos que fueron a las urnas. Más de cuatro de cada diez coruñeses con derecho a sufragio no acudieron a la cita.

El votante popular de A Coruña sigue fiel convocatoria tras convocatoria. Con el 100% escrutado, los apoyos para los conservadores fueron 52.249. Suficiente para que los conservadores suban su cuota de sufragios. El 46,11% de las papeletas depositadas en los colegios coruñeses han contribuido a que Alberto Núñez Feijóo pueda iniciar su cuarto mandato como presidente de la Xunta de Galicia.

En términos relativos crecen más de 2,5 puntos pero en términos brutos, los populares caen ligeramente. Con una participación del 56,97% frente al 62,5% de 2016, se dejan 1.864 papeletas. Y sin embargo, si se compara con los resultados de las municipales de mayo de 2019, con Beatriz Mato como cabeza de lista, el Partido Popular obtiene casi 14.000 sufragios por encima.

A diferencia del voto consolidado de la derecha en las autonómicas, los apoyos de la izquierda persisten en la fluctuación. El éxito en esta ocasión es para el BNG de Ana Pontón, que obtiene el segundo mejor resultado histórico para las siglas en A Coruña en unas elecciones al Parlamento gallego y es la única de todas las fuerzas políticas gallegas capaz de aumentar, y sustancialmente, su número de votos en la capital provincial.

Pontón, con 27.666 votos, se ha acercado al techo de Xosé Manuel Beiras en la cita de 1997, cuando un 27,3% de los coruñeses secundaron la propuesta del antiguo Bloque, también entonces segunda fuerza por delante del hoy alcalde vigués, Abel Caballero. Ayer, casi uno de cuatro vecinos que fueron a votar, le dio su confianza a Pontón. Un 24,42% a cierre de esta edición con el 100% del escrutinio completado. En 2016 apenas pudo reunir un 6,67% ante el empuje de la entente de Podemos, Anova, Esquerda Unida y las mareas municipales, que habían conseguido las tres alcaldías de la provincia coruñesa un año antes.

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Colas en los colegios electorales de A Coruña durante esta mañana

El avance es espectacular en términos relativos y absolutos: 19.369 apoyos más, más del triple que hace cuatro años, pasando de la confianza del 6,67% del resultado al 24,4%. Además de convertirse, con holgura, en la segunda fuerza con más tirón entre los coruñeses, lo hace cuando en el pleno municipal son la cuarta formación con más representación tras el Partido Popular, el PSOE y Marea Atlántica. En los últimos comicios locales, le dieron su papeleta 8.950 vecinos, un 200% menos.

Ha superado al PSdeG, que se revela incapaz de avanzar: se estanca respecto a las autonómicas de 2016 y pierde un gran porcentaje de apoyos respecto a las municipales de hace un año. De esta manera, con el resultado de anoche, los socialistas se quedan congelados como tercera fuerza en la ciudad en el Parlamento gallego, tras haber sido superados en 2016 por En Marea y ahora por los nacionalistas.

El porcentaje de apoyos de Gonzalo Caballero es el mismo que hace cuatro años, en torno al 18%. Son apenas 1.596 votos menos que en la convocatoria autonómica anterior con Xaquín Fernández Leiceaga. La Alcaldía lograda hace un año y el gobierno de los socialistas en el Palacio de María Pita no se traduce en mejores cifras para el PSdeG en la ciudad. Si en mayo del pasado 2019, Inés Rey lograba hacerse con la vara de mando en minoría con 37.531 papeletas, estas se quedaron ayer en 20.490.

Finalmente, los votantes de la ciudad castigan a la izquierda rupturista y su líder, el coruñés Antón Gómez-Reino. y la formación morada son desterrados del Parlamento de Galicia. sin contemplación, caen 23.259 papeletas sobre el resultado de En Marea, aunque el porcentaje logrado sea mayor que en el resto de Galicia (un 5,7% frente al 3,91% en el total de la comunidad). En 2016, el espacio de confluencia con Luís Villares a la cabeza concluía la noche electoral como segunda fuerza en la ciudad con 29.757 y un 23,93%, una contribución capital para el resultado en Galicia. Tras cuatro años de persistente implosión, la candidatura de Gómez-Reino apenas recabó 6.498 papeletas en A Coruña, sin que la presencia de Podemos y EU en el Gobierno central haya servido para frenar el hundimiento de los morados en Galicia y en la ciudad. En las municipales, Marea Atlántica, que concurrió enmarcada en En Común con un papel poco relevante en la lista, perdía la Alcaldía con 25.290 sufragios.

Vox es la quinta fuerza y consigue que lo secunden en la ciudad 2.796 vecinos en su primera participación autonómica. Fueron 141 más que en los comicios locales y un 2,47% de los votos. Ciudadanos no alcanza ni el 1% ni los mil votos, se para en 792 (4.545 papeletas menos). Es un 0,70% de los sufragios, poco más que los recabados por PACMA (0,62%).