El PP fue el gran triunfador de las elecciones a nivel autonómico y también en la provincia de A Coruña donde, en este último caso, sumó un parlamentario más, al igual que en Lugo, y que sirvieron para contrarrestar las dos actas que perdió en Pontevedra y Ourense. La formación de Alberto Núñez Feijóo fue la ganadora en la provincia de A Coruña porque no solo acaparó casi la mitad de los votos (49,2%), sino que consiguió 14 diputados con lo que batió su récord de 13. Esta cifra la había logrado Manuel Fraga en 1993 y la había repetido Feijóo en 2012 y 2016. Ahora, en 2020, suma uno más y marca un techo difícil de superar en el futuro.

El BNG se convirtió en la segunda fuerza en la provincia al triplicar sus apoyos (pasó de 2 a 7 diputados). A nivel autonómico, el PSdeG pasó de 14 a 15 diputados, -a unas décimas de cerrar el escrutinio- pero una lectura más en detalle muestra movimientos interesantes por provincias. Ganó tres actas en de las del sur (dos en Pontevedra y una en Ourense) y perdió una en cada una de las del norte. Con un Parlamento tricolor, ni Galicia En Común, ni Vox ni Ciudadanos obtuvieron representación ni a nivel gallego ni en la provincia de A Coruña, en una jornada en la que ni el calor ni la pandemia hicieron cumplir los temores a una baja participación. Acudieron a las urnas en A Coruña el 57,9% de los ciudadanos con derecho a voto, frente al 54% de hace cuatro años. Eso sí, fue la participación más baja de las cuatro provincias, ya que en Lugo y Ourense se superó el 60% y en Pontevedra se llegó al 58,9%.

A falta del voto exterior, y pese a revalidar su mayoría absoluta, el PP se dejó algo más de 60.000 votos en toda Galicia. La mayoría fueron en las provincias atlánticas: 25.000 en Pontevedra y casi 18.00 en A Coruña. En esta última logró algo más de 260.000 votos, el 49,2% del total y un punto y medio más que en 2016. Eso sí batió el récord de 13 diputados que había logrado la formación en 1993, 2012 y 2016.

El otro gran triunfador de la noche fue el BNG. Fue el único que no perdió votos en la provincia coruñesa. Y no solo no los perdió, sino que más que los duplicó al pasar de poco más de 50.000 a 131.000. En escaños más que triplicó su presencia de 2016: aumentó de 2 a 7. En A Coruña fue en la provincia en la que más creció ya que en Pontevedra sumó cuatro más, y en Lugo y Ourense, dos más. Rozó casi el 25% de los sufragios en A Coruña y creció 16 puntos con respecto a las pasadas elecciones. El BNG sabe que la provincia coruñesa es su granero de votos y su líder Ana Pontón cerró el viernes la campaña en la plaza de María Pita y durante las dos semanas de mítines recorrió toda la provincia.

Además de Galicia En Común, uno de los perdedores de la noche en A Coruña fue el PSdeG. Perdió un diputado con lo que se quedó en cuatro, cedió más de 11.000 votos con respecto a 2016 y si en las anteriores elecciones el BNG y el PSdeG estuvieron separados por casi 50.000 votos a favor de este último, ahora son más de 43.000 a favor de los nacionalistas. Al final, el partido de Gonzalo Caballero sumó algo más de 88.000 votos en la provincia, medio punto menos que en los últimos comicios.

PP, BNG y PSdeG fueron las únicas formaciones que lograron diputados por A Coruña. Ni Galicia En Común, ni Vox ni Ciudadanos obtuvieron representación ni a nivel gallego ni provincial.

La coalición de Podemos, Esquerda Unida, Anova y Mareas logró solo 23.000 votos en la provincia coruñesa, el 4,4% del total. La comparación con los resultados de 2016 arroja un panorama desolador. Hace cuatro años, sacó 14 diputados bajo las siglas de En Marea. Ahora, ninguno.

El líder de Podemos en Galicia, Antón Gómez Reino, diputado en el Congreso, aseguró en campaña que su tiempo en el Parlamento nacional había acabado y que su objetivo era ahora el de Galicia. Fue uno de los grandes derrotados de ayer, porque no consiguió representación, así que su futuro seguirá ligado a Madrid. Otro de los pesos pesados de la coalición, Martiño Noriega, que iba en el tercer puesto por A Coruña, también se queda fuera del hemiciclo.

Dos partidos querían colarse como llave de Gobierno del PP en el caso de que Feijóo no lograse repetir la mayoría absoluta. Uno era Vox y el otro Ciudadano. Pero el candidato popular no necesitará tirar de ellos. Ninguno logró representación en A Coruña ni en las otras tres provincias gallegas.

En campaña, el presidente de Vox, Santiago Abascal, confirmó la disposición de su partido a apoyar al PP en Galicia para evitar un gobierno de izquierdas y promover un nuevo mandato de Alberto Núñez Feijóo, ya que creía que "necesita vigilancia". Tendrá que esperar otros cuatro años para cumplir esa tarea. El partido de ultraderecha fue el quinto más votado en la provincia de A Coruña con 11.000 votos. Poco más del 2% del total e insuficiente para conseguir un acta diputado que sirviese para ser un comodín si Feijóo perdía la mayoría.

Lo mismo le sucedió a Ciudadanos. Tanto su líder en Galicia, Beatriz Pino, como sus compañeros de Madrid que vinieron a hacer campaña insistieron en tender la mano a Feijóo. Este nunca la rechazó, pero tampoco dio un sí rotundo. No fue el caso de Vox, ya que el político de Os Peares descartó en la campaña un pacto tras las elecciones con los de Abascal. Ciudadanos solo obtuvo en A Coruña 2.800 votos, el 0,5%%. Fueron 16.000 menos que en los pasados comicios gallegos.