PP y PSdeG protagonizaron ayer un ajustadísimo sprint por ver quién de las dos siglas se alzaba con la victoria en Vigo. Prolongada la contienda t ête à tête hasta prácticamente el final del escrutinio, hubo lo que se suele considerar en las noches electorales como un empate técnico. Con el 97,68% escrutado, los populares (43.196; 32,6%) ganaron por un puñado de papeletas, 900, frente a un PSOE que, a contracorriente con la tendencia a nivel autonómico, obtuvo en la ciudad uno de sus mejores resultados de la noche (42.308; 31,9) en el mapa de las grandes y medianas localidades. Tercero fue el BNG: no logró el sorpasso municipal, pero el efecto Pontón sí tuvo su eco (30.905; 23,3%). En Común aguantó el tipo (8.051;6%), pero el avance del nacionalismo esquinó al rupturismo.

Los resultados poco tuvieron que ver con los de 2016. Ganó de nuevo el PP, como desde que Feijóo encabeza el cartel, pero se dejó 1,8 puntos y 7.800 papeletas respecto a las últimas autonómicas.