El candidato del Partido Popular a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que su partido, si gana las elecciones del próximo domingo, reunirá "el esfuerzo, coraje, la determinación y el patriotismo" suficientes para sacar la situación económica adelante. Curiosamente, Rajoy empleó el mismo concepto, patriotismo, que el miércoles había utilizado su rival, el socialista Rubalcaba.

Rajoy destacó que, en un contexto como el actual, se requieren todas esas cualidades, y dejó claro en Sevilla, donde protagonizó un mitin de campaña junto al presidente del PP andaluz, Javier Arenas, que los populares las tienen todas. Ante más de 5.000 personas, el líder del PP se comprometió a formar un Gobierno "valiente y a la vez prudente" que tomará decisiones pensando en el medio y en el largo plazo, así que no hará como el actual, al que calificó como "una panda de chistosos", porque se necesita acertar y aunar "temple, mucha fuerza" y capacidad de diálogo.

El presidente del PP advirtió que no le gusta que en Europa haya países -en alusión a Grecia e Italia- cuyos nuevos primeros ministros no han salido de las urnas, algo que no pasará en España porque en tres días habrá elecciones y quedará realzada la soberanía nacional.

El presidente de los populares insistió en que el 20-N no es una jornada electoral en la que haya que elegir entre partidos -"no es un lío de partidos", avisó-, sino entre mantener una situación como la actual o cambiar el rumbo, y de paso, que España transmita a sus vecinos un mensaje de confianza.

Tanto en Badajoz como en Sevilla, Rajoy evitó ayer realizar referencias directas al encarecimiento del precio que España tiene que pagar por sus emisiones de deuda, algo que complica la financiación de la economía y que vacía las arcas del Estado. España estuvo ayer en zona de rescate con la prima de riesgo cerca de los 500 puntos, un récord histórico. Solo apeló al cambio político y a recabar cuantos más apoyos sea posible, pues así quedaría "más nítida esa llamada a la confianza".

El valor de las urnas

Pero a Rajoy, lo que le ha sorprendido, es que en Italia y en Grecia hayan aparecido Gobiernos que no han elegido los ciudadanos, a diferencia de España, donde las urnas, el domingo que viene, dictarán qué rumbo económico seguir. "Éste es un país con soberanía nacional, que está en el euro, que quiere aportar al euro, que no se irá nunca del euro y que cumplirá sus deberes. España cumplirá y estará a la alturas de las circunstancias, y cuantos más seamos en el cambio, cuanta más gente se sume, mejor será el mensaje", enfatizó.

Por otra parte, se comprometió con el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, a hacer "lo que pueda" por un cambio "histórico" en Andalucía en las próximas elecciones de primavera y por si acaso añadió: "Si puedo, haré mas de lo que pueda hacer".

Para Mariano Rajoy, en la comunidad andaluza el cambio -una de sus palabras fetiches de la campaña popular, hasta el punto de que es su eslogan de referencia- es "urgente". Tras confesar que aprendió mucho de sus visitas a Andalucía y a Sevilla, y que viajará "más aún" a esta provincia porque es "persona de buen gusto", se mostró seguro de que el PP va a ganar por primera vez las elecciones en esta provincia, de la misma forma que ganó los comicios pasados en la capital hispalense.

Por eso, mostró su alegría por poder estar en Sevilla y decirle "señor alcalde" a su compañero Juan Ignacio Zoido, algo que, a su juicio, demuestra que Sevilla es "una gran ciudad, de categoría, de primera división. Mariano Rajoy cerrará hoy su campaña en Madrid.

Desde su ascenso a la dirección del PP, Rajoy ha vivido dos derrotas electorales y varios momentos de tensiones internas. Cuatro personas, sin embargo, han permanecido en todo momento a su lado. El candidato popular confesó en una entrevista a TVE que cuatro mujeres siempre lo habían apoyado, incluso en los peores momentos. Se trata de Soraya Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal, Ana Mato y Carmen Martínez Castro. Rajoy sorprendió en 2008 cuando nombró a la primera portavoz en el Congreso, ese mismo año Cospedal se convirtió en la primera secretaria general del PP y tres años después logró la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha. Mato fue diputada nacional y europea y ha coordinado el programa electoral. Martínez, periodista gallega, es la directora de comunicación del PP.