El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, subrayó ayer su optimismo ante las elecciones generales y ve posible que el PP tenga una "gran victoria" el 20 de diciembre, además de avisar -ante las encuestas y especulaciones sobre el PP y sus rivales- de que ese día puede haber "alguna sorpresa". Rajoy estuvo por la mañana en Palma, primero visitando un mercado y después participando en un mitin, en una jornada que le llevó también a Pamplona y a Zaragoza.

Durante su intervención en el acto, el jefe del Ejecutivo se mostró optimista ante los resultados electorales. "Podemos obtener una gran victoria", resaltó Rajoy, quien justificó su augurio en el hecho de que el PP es un partido "fuerte" que cuenta con "estructura, ganas e ilusión". Y también confía en ganar porque, aunque admitió el desgaste tras haber tomado medidas "difíciles y complejas", los españoles "se están dando cuenta" de que su Gobierno ha hecho "lo que tenía que hacer".

Rajoy criticó al resto de fuerzas políticas por el hecho de que "nadie" ayudara al Gobierno en 2012, cuando tomó las riendas del país, y ahora todos tengan "ideas brillantes". "Yo también las tengo para el futuro", advirtió.

Más tarde, Rajoy mantuvo su primer encuentro con la caravana de los periodistas que le siguen en campaña, y en su charla con ellos quitó hierro a la crítica que el martes lanzó al PSOE cuando le recomendó que pase un tiempo organizándose y haciendo planes para el futuro, una afirmación que se interpretó como un ataque frontal al liderazgo de Pedro Sánchez. Según dio a entender ayer, no tenía esa intención.

Fuentes de la dirección del PP apuntaban al respecto que el partido no ha cambiado de estrategia y no tiene intención de endurecer sus ataques al PSOE, y Rajoy mantendrá su discurso de estos días, advirtiendo de que no se puede dar "marcha atrás" apoyando a los socialistas ni tampoco apostar por los "experimentos".

Ante las preguntas de los periodistas sobre qué encuestas tiene el Partido Popular, si Podemos remonta, o cómo ve al líder de Ciudadanos, Rivera, Rajoy no quiso entrar al trapo y opinar cómo les va a los demás de cara al 20D, ni siquiera cuando se le insistió sobre la situación del PSOE. Aunque acto seguido apostilló: "No voy a meterme en los líos de nadie, pero puede haber alguna sorpresa".

El presidente del Gobierno insistió en su optimismo, no quiso decir en qué porcentaje se sitúa el PP según sus datos internos y reiteró que confía conseguir más de lo que le da el CIS -entre 120 y 128 diputados, frente a los 185 que tiene actualmente-.

En cualquier caso, los sondeos internos que manejan los populares, según fuentes de la dirección, apuntan que el PP sigue subiendo un poco -que recuperaría de Ciudadanos-, mientras que el PSOE sigue cayendo y Podemos ha remontado algo.

Sobre cómo están los demás, Rajoy insistió en no especular y apuntó que "cada uno hace lo que puede" y señaló que a él "sólo" le interesa en esta campaña lo que haga el PP y sobre todo "recuperar la confianza" que ha perdido por el desgaste de estos cuatro años de Gobierno. El jefe del Ejecutivo aseguró por otra parte que se lo está pasando "muy bien" en esta campaña y no se cansa de paseos, besos ni selfies. "La gente es estupenda", señaló.

Está, reiteró, "contento" de cómo va la campaña y admite que se guarda para estos últimos días algún anuncio que otro. ¿Será en el debate? "Antes, ahí o después", señaló Rajoy.

Por otra parte, en el mitin de Palma, el presidente del Gobierno se declaró contrario al impuesto sobre estancias turísticas que implantará el año próximo el ejecutivo de izquierdas de Baleares: "No me gustan las ecotasas"o. Y consideró que establecer un impuesto a los turistas "es una equivocación".