El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, pidió ayer la "conjura" del Palacio de Vistalegre para que Madrid y España entera "sea naranja" el 20-D, día en el que su partido se convertirá en "aliado de la gente normal", pero para ello, avisó, es necesario una afluencia masiva a las urnas. El acto central de Ciudanos, en el Palacio de Vistalegre de Madrid, feudo del PSOE y Podemos, comenzó con un minuto de silencio por la muerte de los dos policías españoles en Kabul. Después, ante 10.000 personas, Rivera dijo que va a demostrar que el 20-D se pueden ganar las elecciones "con ideas, ilusión y razón". "Voy a pedir que aquí nos demos la mano para que Ciudadanos gobierne España y no pararemos hasta que lo consigamos", propuso al pedir la "conjura" de Vistalegre, que prometió que pasará a la historia. "Que no nos arrepintamos el día 21 de que sigan los mismos", avisó, pidiendo a los ciudadanos que voten por sus abuelos y sus padres, para agradecer su esfuerzo, y también por sus hijos y sus nietos, para darles "un país mejor".

En su discurso, interrumpido por los gritos de "soy español, español" o "presidente", Rivera afirmó que gobernará para todos, "también para los votantes que le queden al PSOE", ironizó. Y terminó citando a Víctor Hugo: "No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo". "Ha llegado la hora de Ciudadanos", concluyó.