Con el peor resultado en número de escaños en unas elecciones generales (10 frente a los 15 que consiguió en 2011) y tras dejarse un tercio de votos con respecto a hace cuatro años, el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, no tiene intención de variar "su hoja de ruta". Si tras el fracaso electoral de las municipales del pasado mes de mayo aplicó la receta de la renovación, ahora seguirá por el mismo camino: "la autocrítica, la exigencia y la renovación es la forma de seguir recuperando la confianza de la gente". En su opinión, ya está dando resultados porque de no haber sido por esta estrategia los populares habrían perdido más votos en Galicia. Pero además asegura que mantiene su intención de agotar legislatura -los próximos comicios gallegos tocarían en octubre del próximo año- porque, según argumenta, los ciudadanos "pondrán en valor" la estabilidad de su gobierno cuando en los próximos meses vean el resultado de un Congreso "fragmentado".

"Tendrán el termómetro claro del valor que tiene la estabilidad que hay en Galicia", razonó. No quiso, sin embargo, desvelar cual será su futuro y si repetirá o no como candidato en las próximas elecciones autonómicas. "Mantenemos la hoja de ruta que teníamos desde el principio y convocaremos un congreso del PP gallego en el primer trimestre del año", explicó al ser preguntado al respecto.

A menos de un año de estas autonómicas, los resultados obtenidos por el PP de Galicia en las generales celebradas ayer confirman una pérdida de respaldo electoral que, de repetirse en los comicios gallegos, dejaría a los populares sin mayoría absoluta para gobernar.

El PP gallego obtuvo diez escaños en el Congreso cuando la suma de las actas que lograron las fuerzas de izquierda en Galicia es de doce (seis de En Marea y seis del PSdeG). Y el diputado que sacó Ciudadanos por A Coruña no sería suficiente para inclinar la balanza a favor de la derecha. Y lo mismo ocurre si se analiza el porcentaje de votos: los populares fueron respaldados por el 37% de los votantes gallegos frente al 46% de apoyo que recibieron socialistas y En Marea.

Aún así, el dirigente popular reivindica que no son extrapolables los resultados a unas generales y como ejemplo puso lo ocurrido en Vigo: "En las últimas municipales el PSOE obtuvo una amplia mayoría y en estos comicios ganó Podemos".

La crisis y la corrupción han pasado factura al PP gallego que pasó de un respaldo electoral del 52,5% en las últimas generales, a un 45,7% en las autonómicas de 2012 hasta desplomarse en la cita de ayer con las urnas hasta el 37%. Los populares eran conscientes desde antes de iniciar la campaña de que iban a perder apoyo electoral y ya habían puesto el listón bajo. Se daban por satisfechos si se quedaban en 12 escaños y superaban a la oposición. "Un resultado ambicioso", según el líder del PP gallego. No lograron su objetivo y Feijóo culpó directamente a Ciudadanos. Los votos que la formación de Albert Rivera arañó al PP gallego en Lugo y Ourense dejó a los populares sin un escaño en cada una de estas provincias.

En A Coruña fue donde los populares perdieron más escaños (pasó de cinco a tres) y C's ganó uno. Pero fue en Pontevedra donde los populares perdieron más respaldo electoral.

"La irrupción de Ciudadanos inclinó la balanza contra el PP", admitió Feijóo que, sin embargo, lanzó un guiño a la formación de Rivera de cara a los próximos comicios como posible aliado de gobierno. "Si usted coge la porcentaje de votos del PP y el porcentaje de votos de Ciudadanos, el centro reformista en Galicia sigue siendo la fuerza mayoritaria con posibilidades más que ciertas de conseguir una mayoría absoluta", aseguró.

Feijóo admitió que tanto la crisis como la corrupción -aunque no la mencionó directamente- pasaron factura. "Mucha gente no percibe la recuperación económica en sus bolsillos", reconoció.