Yolanda Díaz deslizó que hoy pedirá ya a Feijóo que convoque elecciones en el pleno presupuestario. Es el síntoma de que en Galicia ya ha comenzado otra campaña electoral que podría prolongarse un año.

En Marea insistió ayer y la noche de las elecciones generales el 20-D en fijarse como meta tomar San Caetano, mensaje en que insistieron ayer los alcaldes de A Coruña y Ferrol. Xulio Ferreiro, de Marea Atlántica, declaró que la coalición "está en condiciones de generar un cambio que ya es real en los ayuntamientos y no deja de crecer en otros ámbitos" y ven a las mareas como la única alternativa" al PP.

Por su parte, el regidor ferrolano, Jorge Suárez, Ferrol en Común, sostuvo que "se abre una nueva ventana de cambio político en toda Galicia".

El ejército de votantes y cargos medios parece listo para la batalla, pero la izquierda rupturista se encuentra con un problema: carece de candidato.

El liderazgo moral de Xosé Manuel Beiras constituye todavía una garantía de votos, pero con los 80 años que cumplirá el año próximo no se antoja una candidatura real. Su delfín, Martiño Noriega, siempre ha acaparado miradas para ese puesto, pero asumió el compromiso de ser alcalde de Santiago. De irse rumbo a la Xunta, Compostela Aberta podría mantener el bastón de mando con la abstención del PSdeG, algo que no podría en el caso de Xulio Ferreiro, otro de los nombres que suenan ante la falta de un liderazgo claro. En la misma terna incluyen algunas voces al diputado Antón Sánchez, clave en lograr el pacto con Podemos para crear En Marea.