Izquierda Unida ha sido el mayor damnificado por la irrupción de Podemos, que ha fagocitado sus votos. Durante la campaña, Alberto Garzón, candidato de Unidad Popular-IU, ya mostró su malestar cuando el número 2 del partido morado, Íñigo Errejón, se atribuyó como propios los escaños de coaliciones de confluencia como la Marea gallega, donde también participaba Esquerda Unida a través de Yolanda Díaz, electa el domingo para ser diputada en el Congreso.

Garzón anunció ayer que estudiará "todas las opciones posibles" para poder constituir un grupo parlamentario propio, a pesar de que cuenta solo con dos diputados y necesitaría al menos tres. Su objetivo sería "tener la visibilidad adecuada", además de poder disponer de mayores tiempos de intervención, y, sobre todo, de mucha mayor financiación, asunto clave en su posición debido a la difícil situación financiera de IU, según fuentes de la formación. En juego están alrededor de 37.000 euros mensuales, clave para mantener la estructura de una formación.

El reglamento de la Cámara establece dos requisitos para conformar grupo: obtener cinco diputados y superar el 15% de votos en las circunscripciones donde se presentaron o el 5% del total del Estado. Sin embargo, algunas formaciones a los que les "sobran" diputados han prestado actas a otros para poder configurarse como grupo.

El PSOE lo hizo para beneficiar a Coalición Canaria, aunque al BNG se le negó en 2000 recibir dos asientos para crear su primer grupo parlamentario cuando en su mejor momento alcanzó tres actas. La decisión dependerá de la Mesa del Congreso.

En principio, el grupo de En Marea cuenta con Yolanda Díaz, jefa de filas de EU y, por tanto, del mismo partido que Garzón, que también tiene dos compañeros en En Común. Esas tres actas serían suficientes para alcanzar el cupo de cinco.

La facción crítica de Podemos en Galicia ya se refirió ayer a esta situación y deslizó que Díaz abandonaría el grupo En Marea, a pesar de que por la mañana celebró junto a los candidatos electos de esta la consecución de un grupo propio para Galicia.

Fuentes de la coalición aseguran que no cederán esa acta a Izquierda Unida alegando que podría generarles problemas a la hora de constituir el grupo propio, pero confiaron en que lo hiciese alguna formación de izquierdas como Esquerra. Podemos también dispone de margen más que suficiente, pero la falta de acuerdo entre Iglesias y Garzón para concurrir juntos y las críticas de este al partido naranja por haber cedido en su programa a la ortodoxia socialdemócrata dificultan la decisión.