El 28 de abril arroja un resultado histórico en Galicia. En la recta final del escrutinio, el PSdeG logra la victoria electoral por primera vez en las cuatro últimas décadas. El partido de Gonzalo Caballero conseguiría 10 escaños, uno menos que el PPdeG, tradicional dominador del mapa político de la Comunidad, que se queda con nueve. La subida de diez puntos de los socialistas gallegos se traduce en cuatro parlamentarios más que en 2016, uno por cada provincia.
Si los resultados no se alteran hasta el cierre del escrutinio, En Común-Unidas Podemos cosecharía dos escaños, los mismos que Ciudadanos. Vox, el gran protagonista de las últimas semanas, no consigue representación en Galicia, que ejerce como valladar del partido ultra. El BNG y En Marea tampoco lograrían acta en Madrid.
Las urnas, por lo pronto, catapultan al PSdeG como el principal triunfador de la contienda, con más de 465.000 papeletas. En 2016, con el 22% de los votos, obtuvieron seis escaños, pero la victoria de Pedro Sánchez en la escena nacional ha arrastrado a la formación a posiciones inéditas en la Comunidad, en buena medida gracias al sorpasso en A Coruña y Pontevedra, y a la mejoría en Ourense y Lugo, feudos históricos de voto conservador.
El desplome del PP
En paralelo, su rival histórico, el PPdeG sufre un desplome en la línea del protagonizado esta noche por Pablo Casado, aunque ligeramente más leve. Los populares, que gobiernan la Xunta con Alberto Núñez Feijóo al frente, se dejaría tres escaños respecto a las últimas generales por la pérdida de 14 puntos (27,7%). Las papeletas contabilizadas se acercan a las 400.000. En la derecha, el descenso del PPdeG lo capitaliza Ciudadanos, pero no Vox, lo contrario de otras comunidades gobernadas por los populares, como Murcia o Castilla y León.
La tercera fuerza, sin embargo, seguirá siendo En Común-Unidas Podemos. La formación rupturista recoge los restos de la descomposición de su espacio, que obtuvo cinco diputados en 2016, y se quedaría con dos, uno por cada provincia atlántica. Al contrario, el gran damnificado es En Marea: se queda en la séptima plaza, con un 1% de los votos, por debajo del BNG, Vox y próximo a PACMA.
Los naranjas, por su parte, regresan a la escena electoral en Galicia después de perder en 2016 el diputado obtenido un año antes, en los comicios de 2015. Con apenas dos puntos y medio más, hasta el 11%, conseguirían dos parlamentarios, también por A Coruña y Pontevedra.
La pugna por la quinta y la sexta plaza la libran el BNG y Vox. Los nacionalistas se quedan sin representación en el Congreso por tercera vez consecutiva, pese a duplicar casi su resultado, de los 45.000 a los 83.000 votos. El partido de Abascal rebasa los 75.000 votos, insuficientes para obtener asiento.
