La sangría demográfica y el vaciado de la Galicia interior rebajarán el número de concejales que serán elegidos en los comicios locales del día 26. Ese día los ciudadanos gallegos escogerán 3.721 ediles distribuidos entre los 313 concellos, una cifra de cargos que se reducirá en 47 representantes. El rural de Ourense será el más afectado por esta situación, mientras que la provincia de Pontevedra es la que menos sentirá ese efecto, que se concentrará en el concello de Cerdedo-Cotobade, en el que se celebran elecciones por primera vez desde su fusión hace tres años.

El número de integrantes de una corporación municipal está determinado por la población del municipio. Por ejemplo, descender de la franja de los 1.000 vecinos supone pasar de nueve ediles a siete y contar con entre 50.001 y 100.000 supone que se elijan 25, según la legislación electoral. A partir de esa última cifra, se añade otro por cada fracción de 100.000, añadiendo uno más si el resultado final es un número par.

La caída demográfica, sobre todo en la zona interior de Galicia, es la causante de que en 21 ayuntamientos se vayan a elegir 47 ediles menos que en las municipales de hace cuatro años, cuando ya se habían perdido otros 45 concejales con respecto a 2011 (año en el que los ayuntamientos de Oza y Cesuras eran dos corporaciones independientes), informa Europa Press.

El censo crece

Paradójicamente, la suma total de ediles cae mientras número de electores crece con respecto a las municipales de hace cuatro años. Son 2.248.613 gallegos los que están llamados a las urnas, lo que supone 36.128 ciudadanos más que en 2015. Su distribución, sin embargo, afecta al resultado final en cuando a la asignación de ediles.

El día 26 se elegirán 53 representantes menos en 21 ayuntamientos, solamente compensados por los seis que suben en San Cibrao das Viñas (+2) y Foz (+4), en las provincias de Ourense y Lugo, respectivamente. Tal y como se desprende de los datos recabados por Europa Press del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el conjunto de Galicia habrá 47 representantes menos.

La provincia de Ourense es la que acusa la mayor pérdida por la sangría poblacional. Frente a los 900 ediles que salieron de las urnas en 2015, ahora lo harán 876. Son doce los municipios que pierden 26 concejales, compensado por San Cibrao das Viñas.

Pierde dos ediles Lobios, Verea, Beariz, Baltar, A Merca, Vilamarín, O Bolo, Arnoia, Avión, Oímbra y Vilardevós. Por su parte, en Xinzo de Limia se elegirán cuatro menos.

En Lugo saldrán de las urnas 727 concejales, cuatro menos que hace cuatro años. Tendrá cuatro menos Ribadeo; mientras que sube ese mismo número Foz. Mientras, en Xermade y en Ribas de Sil han perdido dos ediles cada uno.

En Pontevedra se escogerán 879 ediles, 11 menos, debido principalmente a la fusión de Cerdedo y Cotobade. El primero de ellos, el más pequeño en población, tenía 11 ediles que decaen por completo; mientras que el nuevo ayuntamiento fusionado, con centro en Cotobade, suma dos a los 11 que tenía.

Además, los ayuntamientos pontevedreses de A Illa de Arousa y de Meis han perdido dos concejales cada uno, al pasar de 13 a 11 ediles cada una.

En el caso de la provincia de A Coruña, con 1.239 ediles que saldrán de las urnas, también se pierden concejales, un total de seis.

Concretamente, se trata de los municipios de Aranga y Monfero, que de una corporación de 11 se quedarán con 9 representantes; y de Muxía, donde saldrá el 26-M un ayuntamiento más pequeño con 11 ediles frente a los 13 actuales.