Algo más de cuatro décadas después de los primeros comicios locales tras la dictadura, el 3 de abril de 1979, hay municipios que han conocido a un solo alcalde y esa lista en España la encabeza Ourense, con casos como el de Senén Pousa, que rige en Beade desde antes de la democracia y que se enfrentó a un apercibimiento para retirar de su despacho los símbolos franquistas.

Senén Pousa (Beade, Ourense) busca un legado de al menos 49 años en la primera línea del Ayuntamiento de Beade por lo que quiere salir reelegido en estas elecciones y, en la misma provincia, en Quintela de Leirado, la aspiración de su regidor, José Antonio Pérez, no es diferente, al ser otro primer edil que avanza hacia la eternidad, pues no en vano manda sobre los designios de sus lugareños desde 1976.

En cambio Manuel Gallego, un político nacido en 1937 que con Coalición Galega, Coalición Progresista Galega, Centristas de Galicia y el PP llevaba en el cargo en el Ayuntamiento de Taboadela (Ourense) desde 1972, „por lo que ostentó el título del regidor más longevo de Galicia„, ya no figura en las listas a la reelección y el reemplazo llega con Antonio Paz, concejal en la corporación.

Desde 1974, dos años menor, al ser de la quinta de 1939, gobierna de manera ininterrumpida Senén Pousa, que en una entrevista cuenta que no está cansado, que el suyo es un ayuntamiento "fácil de llevar" y que no cobra dedicación exclusiva. Afirma asimismo que su mayor satisfacción es que está "muy orgulloso" de su pueblo y del cambio que ha experimentado con él en la gestión.

"Cuando entré no había nada hecho, aparte de senderos. Había que espabilar y empezamos a hacer todas las infraestructuras", relata Pousa, que destaca que ahora "tenemos todos los servicios: supermercado, carnicerías, farmacia", enumera.

Conocido por ser admirador de Franco, por tener el tono de Cara al Sol en su móvil y por otras polémicas en el mismo sentido, una de sus máximas es que no oculta "nada". "Mi idea no me la cambia nadie", sostiene Pousa, mientras recuerda sus vivencias de juventud, desde su participación en "todos los campamentos de España" a otras épocas en las que "pasamos hambre", así como la vinculación con la música de una localidad, la suya, donde llegó a haber "dos bandas de música republicanos y nacionales".

Toma distancia Senén con los críticos con su proceder y, en lo que respecta "a la memoria histórica", persiste en no retirar el nombre del Caudillo a una de las calles de la localidad. "No vamos a estar siempre con lo mismo", afirma.

Senén Pousa no descarta "por primera vez" tras estos comicios locales "echar un poco de tiempo" más en el Ayuntamiento y marcharse luego para su casa, no debido a que esté fatigado, que no es el caso, pero sí porque cree que quizás es demasiado tiempo de legado. Además, confiesa que no le gusta la política actual, tampoco la de su partido.

En la misma línea que Pousa, el alcalde de Quintela, José Antonio Pérez, quien entró en el consistorio "casi por casualidad", como él mismo reconoce, opina que una de las claves de la perdurabilidad es "trabajar por el ayuntamiento y por los vecinos y hacer cosas para que crean en uno".

El regidor comenta que en cuatro décadas su localidad ha cambiado totalmente. "De no tener un camino, un alumbrado, abastecimiento, saneamiento, transporte público... en la actualidad tenemos servicios y los vecinos lo agradecen", concluye Pérez.