El BNG adelantó su mitin final a la noche del jueves al viernes para que estuviese la portavoz nacional, Ana Pontón, por lo que en la jornada de ayer los nacionalistas se despidieron con actos alternativos. Por la mañana, los números uno, dos y cinco de la lista, Francisco Jorquera, Avia Veira y David Soto, compartieron un paseo por el centro en silla de ruedas para después cerrar los actos públicos con una comida con inmigrantes y activistas sociales en un restaurante africano del Agra do Orzán.

Con el Grupo de Personas con discapacidad de A Coruña (Grumico), realizaron su paseo en el Obelisco y calles del entorno como rúa Nova y Olmos, en el que un miembro de la entidad, Fran Carreira, les explicó cómo tiene barreras en el propio salón de plenos del Concello, en el aparcamiento subterráneo de los jardines de Méndez Núñez o en comercios que cambian de uso y les dan una nueva licencia, afirma, sin que se adapten los accesos para las personas con dificultades de movilidad.

En el camino también participaron representantes de la Asociación para la prevención del glaucoma y de la ONCE, que denunciaron los problemas que puede llegar a causar el exceso de iluminación en zonas del centro a las personas con deficiencias visuales. En el caso de los invidentes, un representante de la ONCE indicó que en su sede, en el mismo Obelisco, "está resultando difícil adaptar el firme con bandas rugosas que sirven como guías tanto en el cruce con la rúa Nova con la calle Real como en el paso de peatones entre los Cantones y los jardines", según explica el BNG.

Los nacionalistas realizaron este acto simbólico para prometer un plan de accesibilidad al espacio y los edificios públicos municipales, la aprobación de una ordenanza de accesibilidad, según las recomendaciones del Grupo Accesibilidad Coruña, la instalación de zonas de nivel en los parques infantiles y la modificación de la ordenanza de la ORA para que las personas con movilidad reducida puedan aparcar gratis.

Después del paseo, los candidatos comieron en el restaurante Mamá África con entidades como el Foro Galego da Inmigración, en la que expresaron la necesidad de cambiar las normas para la concesión de la Renta Social y las ayudas de Emergencias Social. Se comprometieron a tener en cuenta "las particularidades de la población inmigrante" en sus políticas de vivienda para ciudadanos en riesgo de exclusión.