El PSOE o la nada. Las bondades de la ciudad, los proyectos y las actitudes que sirven de verdad llevan la firma del PSOE, proclama su candidata a la Alcaldía, Inés Rey, en el cierre de la campaña: desde los servicios sociales a los planes de movilidad, las grandes infraestructuras y las mejoras de los barrios, el diálogo y la conciliación... Son, dice, legado socialista, de nadie más. Y como en los últimos años han gobernado el PP y Marea, A Coruña ha perdido su liderazgo, su avance. Este es el mensaje que Inés Rey ha repetido durante la campaña electoral y antes, reforzado ayer con sus palabras y las de sus compañeros de partido en el atril del último mitin en Monte Alto, un expresidente de la Xunta, Fernando González Laxe, y un exalcalde y actual delegado del Gobierno, Javier Losada. Se siente fuerte el PSOE, mirando con orgullo a su pasado y proyectando el futuro "de una ciudad de todos".

Los tres, en nombre del PSOE, se apropiaron del bienestar social en A Coruña. "En estos ocho años, los que han gobernado han vivido de rentas, del legado de proyecto de ciudad que dejaron los socialistas", enfatizó Rey. "Todo lo hemos dejado hecho nosotros", exclamó Losada tras recordar el Plan General de Ordenación Municipal encargado a Joan Busquets, un plan de movilidad que no se llegó a implantar y un boceto de la Ciudad del Mar. Los museos, las bibliotecas, las escuelas infantiles, los centros cívicos, enumeró Inés Rey, argumentos con sello socialista con los que llamó a su audiencia al voto para lograr una mayoría amplia y "gobernar en solitario". "Somos la única opción de progreso. El domingo, a votar todos y a ganar", concluyó.

Frente a las virtudes, la "inoperancia". "Un túnel con goteras dejó el Gobierno del PP, que hoy oculta sus siglas y ha sido condenado por corrupción", repasó Rey. Losada, sin citar siglas, quitó valor a ajenos "proyectos de fantasía" y abrió la Delegación del Gobierno a los planes de la candidata para el próximo mandato; "no queremos la Disney, la Warner ni parques temáticos", recalcó. Y todos, también sin nombres ni apellidos, arrojaron su desprecio a los extremismos de la derecha. González Laxe, el único en recordar la importancia de las elecciones europeas de este domingo, apeló a la unión de la "familia" socialista.

"Yo estuve en Monte Alto". Sirve de encabezado para el recuerdo de un momento histórico, un cambio de ciclo, un hito. Una parte del socialismo coruñés, la que ayer asistió al cierre de campaña en el Campo de Marte, junto al tradicional feudo en el que el PSOE inicia su recta final hacia las urnas, el colegio Curros Enríquez, quizá rememore a partir de mañana el día de ayer en el parque de Monte Alto. En el colegio estaba previsto abrir la campaña este año, en un mitin suspendido por el duelo por la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba. La candidata a la Alcaldía y sus acompañantes apelaron al espíritu de barrio, como el de Monte Alto, y al contacto con la gente para impulsar a los coruñeses hacia un vuelco en el gobierno municipal, a un retorno al pasado del propio socialismo. Eso o la nada.

La ambición socialista por volver a gobernar en la ciudad llama a la movilización masiva y mira al electorado indeciso. Al apoyo mayoritario que convierta a Inés Rey en alcaldesa sin necesidad de pactos apeló la candidata en sus actos de ayer por la mañana, respaldada por el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, en el mercado de Elviña. "Vientos de cambio", advierte el líder autonómico. "El PSOE es el único partido que tiene un modelo de ciudad", repitió Rey para convencer a quienes no tengan claro su voto. También estuvo con responsables de Down Coruña, comprometida en el apoyo a sus proyectos de inserción laboral para una A Coruña "socialista".