No solo las urnas deparaban sorpresas en aquel mayo de 2015. El plena jornada de reflexión, el Deportivo se jugaba la permanencia en Primera División contra el Barcelona. Al final, un empate con dostantos de cada equipo en el marcador permitió al equipo quedarse un añomás en la

élite del fútbol. Para preparar cuerpo y mente no solo para los resultados que llegarían al día siguiente al vaciar las urnas, sino también para el encuentro contra el Barcelona,los candidatos decidieron seguir con susrutinas.

Algunos de ellos, como el cabeza de lista del BNG-Asembleas Abertas, Xosé Manuel Carril, consiguió volver a correr por el entorno de la Torre de Hércules, una actividad que había tenido que dejar aparcada por las exigencias de la campaña durante "tres o cuatro días".

El candidato a la reelección, Carlos Negreira, del PP,se reunió por la mañana con los 400 apoderados e interventores que, al día siguiente, estarían en los colegios electorales y en las mesas. Se citaron en el hotel NH. El resto del día, Negreira aseguró que lo había pasado "tranquilo", y en compañía de su familia.

La candidata socialista, Mar Barcón, hizo lo que todos los sábados, acompañar a sus hijos a sus actividades, a uno a un partido de hockey y, al otro, a su ensayo con el grupo del coro.

El cabeza de lista de Marea Atlántica, Xulio Ferreiro, que estaba a unas horas de convertirse en alcalde de la ciudad, pasó la mañana con su familia y sus amigos en el Campo da Leña, intentando "no hablar" de política ni de la Marea Atlántica, el proyecto que había nacido diez meses antes.

El candidato de Ciudadanos, Santiago Folla-Cisneros, se reunió por la mañana con sus interventores y, después, descansó antes del partido. Para entonces, Carlos Marcos, que ahora es de Vox, pero que se presentaba por Unión Coruñesa, celebró una comida en el Noray con su equipo de campaña. Ninguno de los dos entró en María Pita.