La continuidad de José Manuel Baltar al frente de la Diputación de Ourense pende de un hilo. A falta de la revisión del recuento de las últimas mesas electorales, entre ellas una en el partido judicial clave de la capital, el líder provincial del PP se quedaría a las puertas de revalidar su mayoría absoluta. El 26-M le dejaría con doce diputados, uno menos respecto al 2015. Los socialistas se embolsarían nueve, mientras que Democracia Ourensana mantendría los dos que maneja en la actualidad. Ciudadanos, que entra en la corporación, cosecharía un representante y quedaría señalado como el posible aliado al que podría agarrarse el popular para conservar las riendas del poder. El BNG también mantendría un diputado.

De confirmarse estos resultados, la caída del PP ourensano marcaría un antes y un después en la configuración política de la provincia, desde hace décadas dominada por un mismo apellido, primero con José Luis Baltar al frente de la Diputación durante 22 años, y más tarde con el relevo de su hijo Manuel, que lo relevó en el mando del partido y de la institución en 2012.

En rueda de prensa, el barón popular todavía no ha dado por definitiva la pérdida de su mayoría, pero sí asumió que "un ciento de votos" le separan de obtener el escaño número 13 que le garantizaría gobernar sin necesidad de llegar a acuerdos. La pérdida de un diputado por el partido judicial de Ourense es la clave. Es ahí donde el PP se deja el diputado decisivo, y donde la formación no logró revalidar la alcaldía de la ciudad, desde hace cuatro años en manos de Jesús Vázquez.

Por contra, Ciudadanos irrumpió con dos ediles en la ciudad de la mano de José Araújo, exportavoz del PP con Vázquez y militante del partido durante 27 años. Ahora, Araújo tiene la llave de la continuidad de Baltar, que no ha descartado la posibilidad alcanzar pactos programáticos.