El PSOE de Rafael Rodríguez Villarino consigue superar el respaldo que ha obtenido la candidatura del regidor popular Jesús Vázquez Abad, con el 26,31% de las papeletas, frente al 22,57% del segundo, que se traduce en ocho y siete concejales, respectivamente. Democracia Ourensana con el 21,48% de los votos y siete concejales se convierte en el árbitro de la situación, al ser imprescindible para la gobernabilidad del Concello. También ha logrado un peso considerable Ciudadanos de José Araújo „hace dos meses era portavoz del grupo de gobierno del PP„, con el 8,78% de los votos y tres concejales. El BNG resurge y consigue el 6,22% de los votos, por lo que tendrá dos concejales, que le corresponden al cabeza de lista Luis Seara y a Ruth Marina Reza Álvarez.

El PP pierde ocho puntos y tres concejales respecto al resultado de hace cuatro años. El PSOE sube de seis a ocho concejales. Democracia Ourensana baja de ocho concejales a siete. Y Ciudadanos logra por primera vez tres concejales en el Concello de Ourense, de la mano de José Araújo, dos de los cuales se los resta al PP, que hasta hace unas semanas había sido el partido de su vida.

A pesar de que Gonzalo Pérez Jácome mantiene la apuesta de querer ser "César o nada" ahora tendrá que asumir el papel de árbitro. Tanto el PSOE como el PP lo necesitan para gobernar, por lo que tendrá que elegir las siglas con las que prefiere entenderse. Se supone que Ciudadanos de José Araújo comparte ideología y no tendría muchas dificultades para llegar a un acuerdo con el PP de Jesús Vázquez, con el que sumaría los diez ediles de hace cuatro años. Mientras que el BNG se decantaría por repetir un nuevo pacto con el PSOE, siempre que sea posible, en el caso de que se sume alguna otra fuerza.

El resultado de las municipales es tan complejo, que en estos momentos es imposible prever quien va a ser el próximo alcalde de Ourense. Los contactos a tres o cuatro bandas que se realicen en los próximos días y semanas serán determinantes para construir pactos de gobernabilidad.