El nuevo bus en clave electoral

El contrato acaba en 2024 y los candidatos a gobernar prometen mejoras en frecuencias, líneas, horarios, precios y vehículos u Marea, BNG y Sande apuestan por la gestión pública

Usuarios en el interior de un autobús urbano.  | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

Usuarios en el interior de un autobús urbano. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA / R. D. Rodríguez

Una de las tareas más relevantes que tendrá que afrontar el gobierno que salga de las elecciones del próximo 28 de mayo es el nuevo contrato del servicio de transporte público de viajeros, dado que la concesión que desde 1986 tiene la Compañía de Tranvías finaliza en noviembre de 2024. La alcaldesa, Inés Rey, admitió hace dos meses, que la nueva gestión estaba “en el horizonte del Gobierno municipal”, sin concretar plazos, y añadió que su Ejecutivo iría trabajando “en la elaboración de los pliegos con las necesidades actuales de la ciudad”. Esta concesión es, junto al nuevo contrato de la planta de basuras de Nostián, caducada desde 2020 y que aún no ha salido a concurso, uno de los retos de más peso que deberá asumir el Concello en el próximo mandato, ya que su periodo de vigencia abarca años y supone cada ejercicio importantes desembolsos municipales para sufragar los descuentos del bonobús para los usuarios. Sin embargo, en estas fechas previas a la campaña electoral en las que los partidos ya avanzan iniciativas y promesas para los próximos cuatro años con las que atraer o convencer al electorado la concesión del bus urbano apenas ha tenido protagonismo en actos públicos y notas de prensa.

A la espera de conocer en detalle los programas de cada formación, este periódico ha solicitado a las fuerzas políticas que concurren a las municipales del 28-M que expongan su postura respecto a la concesión del transporte público, un servicio que Tranvías ha administrado con importantes beneficios al final de cada ejercicio pero entre recientes conflictos con el Concello, con causas judicializadas (y resueltas) por las tarifas y por, precisamente, la fecha de finalización de la concesión.

La consulta suscita la demanda general de mejoras de todo tipo en el servicio. PSOE y PP evitan pronunciarse sobre la forma de gestión. Tres partidos, Marea Atlántica, BNG y Por Coruña (la coalición que forman Unidas Podemos, Esquerda Unida y Alianza Verde) defienden la gestión directa a través del Concello o una empresa municipal. Alternativa dos Veciños es partidario de que Tranvías renueve la concesión. Ciudadanos no ha respondido.

PSOE. Un “proceso participativo” este verano servirá a los socialistas, si revalidan mandato, para recoger “aportaciones de entidades, organismos y vecinos” y “definir el nuevo transporte público”, avanzan fuentes municipales. El anterior concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, descartaba el modelo de municipalización antes de su dimisión hace más de un año y su sucesor, Francisco Díaz Gallego, no se ha manifestado en sentido contrario. Mejorar y reforzar conexiones con más frecuencias y líneas hacia los barrios que más han crecido, facilitar interconexiones, “nuevos sistemas de tarifación para familias, turistas…”, ampliar la gratuidad para los más jóvenes y desarrollar más servicios tecnológicos serían las principales aspiraciones de un gobierno del PSOE. En la flota de buses “primaría el uso de energías renovables”, que Tranvías ya ha usado en alguna prueba piloto. La reordenación del mapa de líneas es una asignatura pendiente de este mandato, aunque tampoco se llevó a cabo en el anterior, de Marea, que pretendía aplicarla.

PP. “La nueva licitación debe ser clave para que la ciudad camine hacia una movilidad verdaderamente sostenible”, insta el grupo popular, que apuesta por que los viajes sean gratis para los menores de 23 años y los mayores de 65 y una tarifa plana para el resto de usuarios. Su compromiso energético pasa por “una flota 100% ecológica” con líneas, horarios y frecuencias “mejores”. “Un contrato adaptado a las exigencias de la ciudadanía”, concluyen los populares.

Marea Atlántica. El único partido que en las últimas semanas ha incluido la gestión del bus urbano en una nota de prensa. El candidato, Xan Xove, defiende “dejar atrás una concesión privada y crear una empresa municipal de transporte público” para administrar distintos servicios relacionados con la movilidad, como los aparcamientos públicos —bajo el régimen de concesión también— y BiciCoruña, además del bus.

BNG. Los nacionalistas no se han cansado de repetir en los últimos años, y pleno tras pleno, su preferencia por una gestión pública del bus urbano. La gestión directa es una “posibilidad a estudiar” si el grupo llega a gobernar, indican sus fuentes. Sería un servicio “adaptable a las necesidades de la ciudad”, a los eventos que se organicen, a las nuevas infraestructuras y al transporte metropolitano.

Por Coruña. La coalición que encabeza José Manuel Sande coincide con Marea y BNG en proponer una empresa pública de transporte “que podría ser la propia Emvsa”, la empresa municipal de vivienda. Los vehículos serían no contaminantes y la red “se adaptaría” a las necesidades de los barrios y de la estación intermodal. “El transporte público en la ciudad es un derecho, no un negocio”, recalca.

Alternativa dos Veciños. La única fuerza política que aboga por que Tranvías continúe gestionando el servicio por su larga “vinculación” a la ciudad y por su forma de “adaptarse a la evolución tecnológica del transporte”, aunque le demanda más líneas y horarios reajustados, buses eléctricos e híbridos y microbuses para algunos barrios.

Suscríbete para seguir leyendo