Hotel, espacio de memoria del franquismo o un centro de día, ideas para las casas Bailly

Los candidatos a la Alcaldía de Cambre barajan distintos usos para las joyas modernistas de O Seixal y discrepan sobre los planes para su entorno y cómo obtener financiación

Vista de las casas Bailly, en diciembre. |   // VÍCTOR ECHAVE

Vista de las casas Bailly, en diciembre. | // VÍCTOR ECHAVE / Sara Vázquez

Las casas Bailly desfallecen y se perpetúan en la Lista Roja del Patrimonio a la espera de una solución que se hace de rogar. Una campaña más, el futuro de las joyas modernistas de O Seixal y su entorno y los pasos para su recuperación suscitan propuestas diversas entre los aspirantes a la Alcaldía de Cambre. Un hotel, un centro de día o un espacio de memoria del franquismo son algunas de las ideas de los candidatos, que discrepan en sus planes para el terreno que rodea a las viviendas y en las fórmulas para obtener fondos que permitan una rehabilitación que se augura muy costosa.

El partido que opta a revalidar la Alcaldía, Unión por Cambre (UxC), se mantiene en su plan para desarrollar una zona comercial con edificios que rodeen a las Bailly para cumplir viejos convenios urbanísticos y lograr un aprovechamiento que otorgue fondos para costear la recuperación de los inmuebles. El partido del alcalde, Óscar García Patiño, apunta que trabaja con la Xunta para pulir la propuesta inicial, después de que el Gobierno autonómico exigiera más estudios al juzgar “muy significativo” el impacto de los volúmenes proyectados alrededor de las gemelas. UxC defiende que su proyecto, además de ser la primera propuesta concreta para financiar y diseñar el desarrollo de la zona, permitiría crear un “eje terciario e industrial que daría continuidad al tipo de usos existentes en la zona”, lo que atraería empleo, además de generar espacios libres alrededor de las Bailly. En octubre, el Gobierno local defendió que “como mínimo, la Xunta debería tener también interés por recuperar estas construcciones”. Sobre el uso de los inmuebles, UxC avanzó que será dotacional.

El PSOE, socio de Gobierno, coincide en que se debe pedir ayuda a otras administraciones, pero se desmarca del líder del Ejecutivo municipal en sus propuestas para las casas y el ámbito. Aboga por “un nuevo espacio municipal para disfrute de los vecinos y vecinas”, que se completaría con “una amplia zona verde, reforestada con árboles autóctonos y espacios que favorezcan la biodiversidad”. Además, el equipo encabezado por Diego Alcantarilla propone un área para placas fotovoltaicas “que permita generar energía para la construcción, así como edificaciones municipales cercanas”.

El PP asegura que baraja “distintas posibilidades”, aunque sí tiene claro que “es de vital importancia contactar con las distintas asociaciones de la zona para que nos hablen de las expectativas que tienen sobre el uso de las casas”. “Somos conscientes de que no solo es una decisión de un equipo de Gobierno”, sostiene la candidata, Diana Piñeiro, quien se suma ala propuesta de “buscar el apoyo de otras administraciones para su desarrollo”.

Para el BNG, “cualquier actuación sobre las casas Bailly, más allá de usos culturales y sociales, debe contemplar de forma prioritaria su conformación como un centro de memoria, reparación y homenaje a las víctimas de la dictadura franquista, ya que su historia no se entiende sin la incautación y posterior uso que el régimen fascista hizo de esta propiedad”, apunta el candidato, Dani Carballada. Señala que “el Gobierno local obvia por sistema esta realidad y rechaza exigir fondos vinculados a la memoria democrática a otras administraciones, especialmente la estatal, pero también la autonómica y provincial”. Reprueba vincular la rehabilitación a “convenios urbanísticos que buscan únicamente hacer negocio inmobiliario en la parroquia más saturada de toda el área metropolitana coruñesa, que perjudicarían el propio bien a proteger”.

Alternativa dos Veciños apuesta por ubicar en el entorno de las Bailly servicios como un centro de día, un colegio, un instituto e incluso un lugar en el que celebrar las fiestas de O Temple. Critica “ocho años de retraso tanto para conseguir fondos de otras administraciones como para presentar a los vecinos un proyecto serio de intervención” y lo achaca a “la inacción” y “la paralización premeditada del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) por el actual Gobierno”, afirma el candidato, Raúl Varela. Aboga por “rescatar la parte que pueda ser aprovechable y un reclamo para los visitantes, integrando el espacio con el resto del entorno sin sacrificar los servicios”. Recuerda, además, que la Xunta advirtió de que el plan en tramitación “genera una envolvente a las casas que desvirtúa sus valores estéticos y la singularidad de un bien catalogado.”

La aspirante de Ciudadanos, María José García Hidalgo, se adhiere a la demanda de recuperar las Bailly y crear espacios públicos, pero “con recursos propios, no con la propuesta abusiva que se está tramitando”, que considera “una disculpa para hacer un aprovechamiento urbanístico salvaje sin zonas verdes ni equipamientos”. El partido naranja plantea rehabilitar el conjunto con dinero propio, del Ayuntamiento, y destinarlo a “un posible hotel con encanto, con zonas verdes y espacios públicos”.

Unidade Local propone “una gran zona residencial de viviendas, con espacios para el disfrute de los vecinos y que incluya los servicios acordes a su área de influencia” y ve cabida para un hotel y una zona de ocio con cines. El aspirante, Juan Rodríguez, incide en cuidar el tipo de comercio que se implante.

Podemos apuesta por ubicar en las casas un centro de día, un recinto cultural o un museo. El candidato, Eduardo Fernández, avisa de los perjuicios del plan en trámites para el pequeño comercio y el tráfico.

Aequalitatem propone ubicar en las casas un geriátrico o un centro de día. En la zona, apuesta por una polideportiva y servicios, apunta su candidato, Luis Suárez.