Un mes más los datos del paro han arrojado la preocupante cifra de desempleados con más de 55 años. Este colectivo es uno de los más afectados por el desempleo, dada la falta de oportunidades que se les presentan. Mientras muchas empresas se muestran reacias a contratar a personas con esta edad, los profesionales de este perfil intentan buscar trabajo dándose de alta como autónomos. Así lo demuestra un reciente estudio publicado por la Fundación Mapfre.

Los mayores de 55 años apuestan por el trabajo por cuenta propia ante la falta de oportunidades para ellos en el mercado laboral y representan el 27% de los trabajadores autónomos afiliados a la Seguridad Social, casi uno de cada tres, según las conclusiones del Mapa de Talento Sénior, elaborado por Mapfre, más concretamente por su Centro de Investigación Ageingnomics.

Tendencia estable y duradera

Esta tendencia comenzó a observarse tras las crisis de 2008, que triplicó el desempleo entre los trabajadores mayores de 55 años y les obligó a emprender como una forma de ganarse la vida, según contestaron el 60,1% de las personas de entre 55 y 64 años, y el 57,6% de la franja de 45 a 54 años.

El director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, comentó durante la presentación del informe al que hacemos referencia, que España necesita un "cambio de paradigma" y un "cambio cultural sobre la consideración de la edad madura", que debe proceder tanto del sector público como del privado para valorar el talento de los trabajadores sénior.

Una profesional sénior. SHUTTERSTOCK

Los autores del estudio en cuestión advierten de que la población mayor de 55 años irá en aumento en España ante las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento generacional, por lo que instan a trabajar en la "consolidación de la economía plateada".

Los datos presentados ya muestran el camino hacia el aumento de personas en edad sénior, ya que la población de entre 70 y 55 años supone un número similar que el de las personas de entre 15 y 30 años, con algo más de 8 millones en ambos casos.

El análisis de la presencia de los sénior en el mercado laboral muestra tasas de empleo "razonables" entre los 55 y 59 años, con un 65%, pero cae al 43% en la franja de 60 a 64 años. Además, refleja que en España es "muy excepcional trabajar después de los 66 años.

Sin embargo, mientras el número de empleados por cuenta ajena cae a medida que el trabajador cumple años, el de autónomos crece, con un trabajador por cuenta propia por cada asalariado entre 65 y 69 años, según los datos del estudio. A eso se suman también los emprendedores, con unas estimaciones de 120.000 sénior con sus propios emprendimientos.

Además, las personas mayores de 55 años logran materializar sus proyectos de emprendimiento con más frecuencia que los jóvenes. Así, mientras que del 10,9% de los jóvenes de entre 18 y 24 años con intención emprendedora, solo un 4% lo consigue, en el grupo de 55 a 64 años la intención es del 2,9% y, de esos, el 3,2% lo pone en marcha.