El tabaquismo mata cada año a casi 6 millones de personas, de las cuales más de 600.000 son no fumadores que mueren por respirar humo ajeno. Según la Organización Mundial de la Salud, el número de fumadores de todo el mundo había aumentado hasta alcanzar la cifra de mil millones de personas. Esto está íntimamente relacionado con el crecimiento de la población mundial, pero, incluso teniendo esto en cuenta, los efectos negativos que tiene el tabaco sobre la salud no deben ser subestimados y se debe animar a dejar de fumar a tanta gente como sea posible.

En el año 2004, se declaró que 5.4 millones de muertes se podían atribuir directamente al consumo del tabaco. Sin embargo, este número ha empezado a descender, dado que en el año 2007 la Organización Mundial de la Salud declaró que 4.9 millones de muertes estaban causadas por el hábito de fumar.

Podemos decir con seguridad que la legislación relativa a los paquetes de tabaco, a la prohibición de fumar en lugares públicos y el descenso de todo tipo de publicidad han sido aspectos que han introducido importantes cambios en la última década, con la intención de animar a la gente a dejar de fumar.

También se han creado varias campañas con este objetivo, así como se han presentado nuevos medicamentos y otras soluciones que tienen como objetivo ayudar a las personas a dejar de fumar.

Entre estas últimas, los cigarrillos electrónicos se han hecho cada vez más populares, dado que permiten a los fumadores disfrutar del acto de fumar sin sufrir los efectos negativos que producen los cigarrillos de tabaco tradicionales.

Uno de los comercios pioneros de estos dispositivos en España, VAPO.es, afirma que más de 47.000 personas en toda Europa han comprado sus productos desde finales de 2013. El feedback de sus clientes es muy positivo y dicen que es un forma efectiva para dejar de fumar, ya que a diferencia de los chicles y los parches, imitan la experiencia del consumo de cigarrillos, generando un vapor de agua, pero sin los miles de componentes tóxicos del tabaco.

El número de personas que empezaron a utilizar el cigarrillo electrónico ha aumentado en los últimos años en diversos países. Sin embargo, los expertos han comenzado a preocuparse de que estos números puedan empezar a disminuir, a causa principalmente de los erróneos estudios que se han venido haciendo públicos en los últimos tiempos y que han tratado de probar que los cigarrillos electrónicos tienen efectos negativos sobre la salud de sus usuarios.

Un reciente estudio llevado a cabo en los Estados Unidos ha mostrado que algunos sabores que tienen ciertos tipos de cigarrillos electrónicos pueden contener elementos químicos dañinos tanto para los pulmones como el sistema inmunológico de sus usuarios.

Sin embargo, algunos médicos y expertos en la materia como la Presidenta de la Organización Action on Smoking and Health (Acción sobre el Tabaquismo y la Salud), Deborah Arnott, ha expresado su preocupación en relación al hecho de que tales ideas equívocas, sin comprobación, puedan hacer que menos personas dejen de fumar.

“El crecimiento y la difusión de estas ideas falsas hace que corramos el riesgo de que muchos fumadores decidan no utilizar los cigarrillos electrónicos para dejar su hábito y, en su lugar, continúen fumando, lo que será muy perjudicial para su salud y para la de aquellos que les rodean”, ha dicho Arnott.

Diversos representantes del King’s College de Londres también creen que es muy importante que se dé a conocer el hecho de que los cigarrillos electrónicos se pueden utilizar con seguridad y que su uso puede ayudar mucho a los fumadores.

Esto también se debe al hecho de que hay actualmente menos estudios que se centren en el análisis de los efectos perjudiciales que tiene el tabaco sobre la salud.