La galería Arte-Imagen acoge hasta el día 14 la exposición O Mestre e Eu, una muestra de la pintora portuguesa Raquel Rocha y su mentor, el ya fallecido, José Rodrigues. En esta última colaboración conjunta se unen las pinturas en tinta china sobre papel de Rocha y las esculturas del artista lisboeta, considerado uno de los padres de las bellas artes de Portugal y al que, de esta forma, su discípula le rinde homenaje.
El erotismo es una vez más el tema central de los dibujos de la autora, que en este caso deben de interpretarse unidos a las esculturas de su maestro. Lo más destacado de la muestra es la sutileza y elegancia de las obras en las que se nota la colaboración de ambos artistas a través de los delicados trazos donde se entremezclan el trazo firme y recio de la mano masculina con la exquisitez de la mano femenina.
La directora de la galería Arte-Imagen, Beatriz Pardo, destaca que la exposición está teñida de un erotismo que invita a la reflexión, a la mirada cautivada por la infinita finura del cuerpo envolvente, la concepción de lo eterno, bajo las estrellas, brotando del interior... “Lo sencillo se hace inmenso, la naturaleza como punto de partida define a los protagonistas de dentro a fuera, de fuera adentro, como la espiral que nunca acaba y, sin embargo, lo es todo”, resume. Considera que José Rodrigues y Raquel Rocha hacen un tándem tan equilibrado que “nunca se sabe donde los cuerpos terminan de fundirse in aeternum.”
La composición de Rodrigues se convierte en la línea envolvente que todo lo abarca, dibujando al dios Baco en todo su esplendor, mientras que los trazos delicados de Rocha dulcifican la acción, feminiza la rudeza del yo masculino, “manchado por vino de oporto marcando las zonas erógenas del cuerpo”. Se trata -explica- de sexo y placer y búsqueda de la complicidad convertida en amor bajo la lluvia de luceros. Pardo señala que en estos últimos trabajos de Rodrigues, el Maestro sigue regalando obras con lecturas “firmes y evocadoras”, y al mismo tiempo “sencillas y puras” en el que están patentes su “brillo” y picardía.
