La hermosa ciudad de Matosinhos, marinera, dinámica y acogedora, tiene sobradas razones para ser destino obligado estas vacaciones y en cualquier época del año. Volcada al mar y a la pesca desde sus orígenes, su historia está indisolublemente unida a esta actividad y a la industria conservera.

Marcada por el gran desarrollo industrial en los siglos XIX y XX, es hoy una ciudad moderna e inspiradora sin perder nunca sus raíces. Dispone de una ubicación privilegiada, entre Oporto, Maia y Vila do Conde, próxima a las principales redes de carreteras, del aeropuerto de Oporto y del puerto de Leixões. Por eso Matosinhos es sede de algunas de las mayores compañías portuguesas, también de pequeñas y medianas empresas, startups y proyectos innovadores.

Matosinhos es hoy una ciudad piloto para la implementación de nuevas soluciones en las áreas de la tecnología 5G y de la descarbonización de la economía, pero también en la adopción de medidas y hábitos sostenibles de movilidad. Es ciudad de arquitectura y de bicicletas, de patinetes y de scooters eléctricos, con una red de transportes públicos ágil y moderna.

Dada la importancia turística que tiene la gastronomía en la región, eventos como el Festival do Peixe e do Marisco o el Rally Fish ya han traspasado fronteras. La marca "Matosinhos World's Best Fish" está presente en las principales ferias del sector y en grandes citas como el Vodafone Rally de Portugal, el QSP Summit, la Galp Beach Party, la Romaria do Senhor de Matosinhos, los "Piratas" o los "Hospitalários no Caminho de Santiago".

Matosinhos es la tierra de Álvaro Siza y del Salão de Chá da Boa Nova, restaurante que llevó al chef Rui Paula a conseguir dos estrellas Michelin. Sin que falten magníficas exposiciones en la Casa do Design y en la Casa da Arquitectura.

Esta urbe volcada al Atlántico y con playas de ensueño lo tiene todo. Matosinhos es la ciudad del turismo de cruceros, del mejor pescado del mundo, de la arquitectura contemporánea, del diseño, del jazz, de la ciencia e investigación, de la danza, del teatro, del surf y de la vela. Y acoge a los visitantes con la hospitalidad y simpatía que le caracteriza.