Quizás en pocos lugares luzca tan bien el Atlántico como en los atardeceres frente a la Torre de Hércules. Patrimonio de la Humanidad desde 2009 y el faro romano más antiguo del mundo, sus 55 metros de altura surgen entre la ensenada del Orzán y el Golfo Ártabro para convertirse en emblema de una de las ciudades más hermosas y mágicas de España, repleta de literatura. 

Y es que A Coruña, hogar antaño de algunas de las más grandes autoras de nuestra historia, conserva aún entre los muros de la ‘Ciudad Vieja’ la casa de Rosalía de Castro, identificada con una placa en el número 3 de la calle Príncipe. Otro ejemplo lo encuentra el visitante en la actual sede de la Real Academia Galega, ubicada en la calle Tabernas y antigua mansión familiar de la escritora Doña Emilia Pardo Bazán, a quien su amada ciudad debe el acertado apodo de Marineda. 

Jardín de San Carlos, en la ciudad vieja de A Coruña. C.Pardellas

La Plaza de María Pita es, por su parte, otro de los lugares de obligada visita en el enclave herculino. Un homenaje a la gran heroína del S XVI frente al asedio inglés y sus ya emblemáticas palabras:“Quen teña honra que me siga!”, y centro neurálgico de A Coruña, se trata también del lugar perfecto para tomar el pulso a sus habitantes, herederos de la esencia aristocrática de la ciudad, con la política o la moda como algunos de los principales sectores de actividad actualmente.

Calles como la de la Estrella o Los Olmos resultan también perfectas para vivir la magia del ambiente coruñés, donde parques y jardines tiñen de verde un destino que destaca por tener más de dos kilómetros de playas.

Con Riazor, con más de 600 metros de longitud, y Orzán a la cabeza, continúan la lista Matadero, San Amaro, As Lapas y Oza, ideales para los amantes de la aventura y la adrenalina a través de múltiples opciones para la práctica de deportes náuticos.

Presume también A Coruña entre sus grandes atractivos de uno de los paseos marítimos más largos de Europa, con más de diez kilómetros de recorrido y disfrute frente a esa costa que explica como pocas el significado de la palabra “morriña”: la de Marineda.