Se ha demostrado que las aguas de mineralización muy débil, aquellas cuyo residuo seco es inferior a 50 miligramos por litro, frenan la conocida como hormona antidiurética (ADH), un mecanismo empleado por el organismo para “ahorrar” agua que va en detrimento de la salud renal. 

En concreto, se ha comprobado que disminuir esta hormona es positivo para la poliquistosis renal autosómica, la causa de la entrada en diálisis del 10% de los pacientes renales en España. Un hecho que cobra aún mayor relevancia si tenemos en cuenta que una de cada diez personas padece algún tipo de enfermedad en los riñones.

Así, el consumo de agua de mineralización muy débil sería recomendable con seguridad para todos los afectados por enfermedades renales. La formación de piedras en el riñón (litiasis) o las infecciones frecuentes de orina serían otros procesos que podrían beneficiarse del consumo de este tipo de aguas. 

La formación de piedras en el riñón o las infecciones de orina, otros casos en los que el agua de mineralización muy débil es beneficiosa

Propiedades diuréticas

Entre las ventajas del agua de mineralización muy débil se encuentra el efecto diurético, por lo que son las mejores a la hora de arrastrar los elementos que el organismo tiene que eliminar. 

Por este motivo, al actuar positivamente contra la retención de líquidos y gracias a su poder de arrastre de detritos, estas aguas resultan también ideales para ayudar a bajar peso y como complemento de las dietas de adelgazamiento.

Alimentos infantiles

Este tipo de aguas representan asimismo la opción más adecuada para personas con retención de líquidos, pacientes con hipertensión arterial, ancianos o bebés.  

De hecho, el agua de mineralización muy débil está indicada para la preparación de biberones y alimentos infantiles. 

Fíjate en la etiqueta

Las etiquetas de las botellas de agua mineral nos dicen todo lo que debemos saber sobre esa agua y su mineralización, pudiendo elegir aquella que más nos conviene en función de nuestras necesidades, gustos y preferencias. Las aguas de mineralización muy débil son aquellas que constan de menos de 50 miligramos de residuo seco por litro, un porcentaje que puede aumentar hasta 500 mg por litro en el caso de las aguas de mineralización débil y que es muy variable en las aguas del grifo.

Para saber más: https://www.aguasana.es/