La protección del medioambiente impregna la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible impulsada por la ONU. En concreto, el ODS 12 busca ‘garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles’ y fija varias metas que giran en torno a la gestión sostenible y uso eficiente de los recursos naturales, la gestión ecológica de los productos químicos y la reducción de residuos mediante las tres erres. 

Un contexto en el que instituciones, empresas y particulares pueden marcar el cambio también en lo que respecta a los productos de limpieza, higiene y desinfección que consumen de forma cotidiana y es que cada vez hay más alternativas que permiten racionalizar, no solo el uso del producto, sino también la utilización eficaz de uno de los recursos básicos para estas tareas como es el agua. Emplean, a su vez, nuevos materiales más respetuosos con el medio.

También impacta en el sector de la limpieza el ODS 15 relativo a la ‘protección de los ecosistemas’, especialmente en la racionalización y respeto a las materias primas que se emplean para los productos. Un ejemplo claro en este sentido es la celulosa, en la que cada vez más fabricantes apuestan por modelos de gestión de bosques en origen con el objetivo de equilibrar el consumo de su principal materia prima.

Para ser más concretos, veamos con detalle, en tres familias básicas de productos de limpieza, qué nuevas alternativas hay a la hora de seguir realizando las mismas tareas al tiempo que se mejora la contribución a la sostenibilidad y al medioambiente.

El principal apartado son los productos químicos. En este caso, hay tres aspectos a tener en cuenta: los principios activos o ingredientes que contiene, en el que los profesionales del sector apuestan por productos que contienen principios activos naturales; la racionalización del uso, tanto del propio producto, con concentrados más eficientes, como del agua, a través de dosificadores; y la gestión del envase, con alternativas de origen reciclado, elaboradas a partir de materiales aptos para reciclar u otras como los nuevos packs en cartón. 

Otra familia importante es la de la celulosa, un área en la que es importante seleccionar fabricantes que, en origen, contemplen el respeto al medioambiente: no podemos obviar que la materia prima básica de este producto proviene de nuestros bosques. Por otra parte, existen nuevas técnicas de reciclaje del papel usado que cada vez más mejoran la oferta de servilletas, toallitas, manteles, etc. 

Por último y en lo que respecta al mundo del plástico de un solo uso, existen dos apartados importantes como son las bolsas y la vajilla. En el caso de las bolsas, la alternativa es muy clara en cuanto a que sean realizadas con materiales biodegradables y compostables. Para la denominada vajilla de un solo uso, existen diferentes materiales compostables con orígenes vegetales como el maíz o la caña de azúcar. 

“La sostenibilidad debe estar acreditada”  

A la hora de elegir productos de limpieza, higiene y desinfección es importante saber identificar los diferentes sellos o certificaciones que acreditan la sostenibilidad del producto.Por ejemplo, en productos químicos, uno de los más utilizados es Ecolabel, la etiqueta ecológica europea que, mediante un proceso de certificación y auditoría altamente exigentes por parte de un organismo independiente, identifica al producto como sostenible. Otra certificación internacional que es muy reconocida es el Blue Angel, la acreditación ecológica alemana. 

En el caso de los envases, destaca la organización sin ánimo de lucro Ecoembes, que identifica con el símbolo Punto Verde envases que cumplen la normativa vigente en materia de reciclado. Con respecto a las celulosas, la certificación FSC acredita el origen sostenible de la materia prima con la que se ha fabricado el producto. Por último, hay diferentes pictogramas de acuerdo a la regulación que identifican el producto o envase en relación a su impacto con el medioambiente.

“Hay que tener precaución y diferenciar los sellos que son realmente vinculantes de los que tienen que ver con técnicas de marketing que procuran diferenciar al producto, sin una base científica que acredite su condición sostenible”, explican así los expertos del grupo líder del sector Darlim, con origen gallego, que defiende la sostenibilidad entre sus principales pilares: “La trabajamos desde dos puntos de vista. Uno interno, con un continuo propósito de mejora en el que buscamos la forma de trabajar de forma eficaz y eficiente con el mínimo impacto en el medioambiente; y de forma externa, donde apoyamos, colaboramos e informamos a nuestros clientes y franquiciados en que sistemas y productos son los más óptimos en el respeto al medioambiente”.

Así y recientemente, el grupo ha recibido su acreditación de Huella de Carbono y tiene establecidos diferentes programas para su reducción continua.

Además y a principios de este año, ha editado su catálogo DAMAECO, en el que ha seleccionado una serie de productos químicos, celulosas y plástico de un solo uso que cumplen criterios de biodegradabilidad, compostaje y/o reciclaje. En el caso de los químicos, todos aquellos que cuenten con la etiqueta ecológica europea.

A principios de este año, Darlim ha editado su catálogo DAMAECO, en el que ha seleccionado una serie de productos químicos, celulosas y plástico de un solo uso que cumplen criterios de biodegradabilidad, compostaje y/o reciclaje.

A principios de este año, Darlim ha editado su catálogo DAMAECO, en el que ha seleccionado una serie de productos químicos, celulosas y plástico de un solo uso que cumplen criterios de biodegradabilidad, compostaje y/o reciclaje. Cedida