Paisajes ocultos, bosques legendarios, preciosos ríos y numerosos tesoros arquitectónicos del románico recorren la provincia de Ourense de punta a punta, enclavada en el sur de Galicia y cuyos territorios se reivindican entre los grandes emblemas del termalismo europeo. A todo ello se suma una oferta gastronómica a medida para los amantes del buen beber y el buen comer así como un gran patrimonio histórico y cultural.

Complementos idóneos para disfrutar de los efectos relajantes y curativos de esas aguas, ya muy valoradas en tiempos de los romanos, que sitúan a Ourense como la segunda capital termal de Europa. La visita a las termas de As Burgas es así uno de los ‘must’ para todos aquellos que se acerquen a la ciudad, de cuyas fuentes manan aguas a más de 60ªC procedentes de acuíferos naturales; además de las termas de Outariz y Burga de Canedo, que recientemente han vuelto por fin a reabrir sus puertas para el baño y disfrute del público. Además y en la que constituye una de las mayores arterias verdes de Ourense, las riberas del río Miño son perfectas también para pasear o disfrutar de deportes como el ‘running’ o el ciclismo.

La Catedral Basílica de San Martiño y el antiguo Palacio Episcopal representan, por su parte, los dos monumentos emblemas de la capital de la provincia de Ourense, que conquista también por la calidad de sus vinos y su cocina, con platos elaborados con productos frescos y las mejores materias primas. Destacan en este sentido sus sabrosas carnes y el tradicional pulpo, acompañadas de pan y patatas, también oriundos de la zona y con gran fama. Propuestas, todas ellas, comunes entre las cartas de los bares de tapeo y restaurantes de la zona vieja de la ciudad, con gran ambiente y mucha vida al anochecer, el lugar perfecto para saborear la vida nocturna ourensana.